Stoner, héroe moral

Stoner, la novela de John Williams que supo venderse quizás gracias a la asociación de ideas, quizás a su simple encanto. Recibe una lectura de Max Gónzalez que es ilustrada por Mariano Lucano para su redifusión. 

1- La idea de que la prosa de Stoner es fría y factual es solo parcialmente acertada. El tono de la novela pide la precisión de las frases y el avance ininterrumpido de la vida del personaje. El carácter rígido y endeble de Stoner fija el tono y el tono fija el fraseo y sucede, al mismo tiempo, lo contrario.

2- La prosa, aunque siempre parca, es menos sencilla de lo que parece. La novela se articula sobre la vida de Stoner, ya conocida desde un principio. Destierra toda esperanza y toda anticipación momentos antes de que suceda. Sabemos que el viaje de bodas fracasa antes de que sea descripto y asistimos a él con horror resignado. Todo va a salir mal y los momentos de felicidad son un respiro breve, no una promesa de continuación.

3- La temporalidad de la novela es completamente subjetiva, aunque aparentemente lineal. El narrador relata la vida de Stoner contaminado por la versión que Stoner tiene de su propia vida. Los momentos de gran intensidad pueden ocupar páginas enteras y años enteros, una sola oración.

4- Stoner escucha un soneto y sale al campus, disperso y bamboleante, ve lo que tiene alrededor con detenimiento alejado y se ve a sí mismo, tiene conciencia de sí mismo y de sus manos y de los pensamientos desordenados, flacos, que se articulan y desarman mientras ve.

5- Stoner ve a su padre muerto y piensa en el trabajo agotador de la tierra, en su padre como una figura laboriosa y flaca que trabaja la tierra. Sin nunca ser lírico, el tono se agranda en esos momentos, asciende y describe de una forma mucho menos factual y rápida. Se pliega a la mirada ampliada de Stoner y trabaja en esa visión particular y especifica del mundo.

6- A medida que la novela avanza, los momentos de visión o de intensidad van reduciéndose. Cuando aparecen, son vagamente melancólicos. Los últimos años suceden más rápido que los primeros y es menos lo que sucede en esos años. El borramiento de las instancias de intensidad contribuye a la atmosfera opresiva que genera la novela, es parte imprescindible de ella. Stoner nunca tiene expectativas claras o sueños, pero al final ni siquiera tiene la posibilidad de imaginar un momento donde estas cosas aparezcan.

7- Una conversación articula la novela entera y marca, muy poco después, el comienzo de las desgracias. Todavía estudiantes, Stoner, Finch y Masters toman algo en un bar. Sólo sabemos lo que Masters dice. Sabemos que Finch ríe, incomodo. Que Stoner calla, como casi siempre, grave, admirado y un poco divertido. Masters define el ingreso a la universidad como algo que hacen los seres fallados, que no toleran el mundo y que son mejores, de alguna forma, que el mismo mundo (aunque también mediocres). Masters es enérgico y audaz. El único personaje así que aparece en la novela. Por eso, es necesario que muera en la guerra, todavía joven, todavía sin haber actuado. La violencia y la energía no se disuelven o se desatan, simplemente se destruyen.

8- La comparación de Stoner con Quijote es articulada en esa conversación de una manera precisa, pero es un poco dudosa. Intenta insertar al personaje dentro de una estirpe de héroe literario; el héroe de la moral de la derrota y las causas inútiles y valiosas.

9- Stoner es, efectivamente, demasiado débil y demasiado fuerte. La persona más imbécil e inútil puede destruirlo y Stoner, atontado y como sorprendido, no sabría qué hacer para salvarse. Stoner no sabe cómo responder ante el mundo; la proliferación de las cosas, el egoísmo, el odio, todo eso, lo confunden y lo paralizan. En su campo, sin embargo, en relación con sus estudiantes (mejor, con su universidad), Stoner es completamente indoblegable. La rectitud moral de Stoner podría soportar cualquier cosa. Da la sensación honesta de que Stoner es capaz de cortarse un pie antes de aprobar a un alumno que hace trampa en un examen. Da la sensación de que Stoner sería torturado antes de permitir que un alumno fuera expulsado injustamente.

10- En ese sentido, Stoner es demasiado bueno para este mundo. En él, el egoísmo y la búsqueda del beneficio personal son casi inexistentes. Las dos acciones vagamente egoístas que toma suceden casi sin que él se dé cuenta. Se desplaza hacia ellas como si lo arrastrara la corriente. La segunda, el engaño amoroso, ni siquiera es egoísta.

11- Stoner está completamente desamparado y ese desamparo es lo que genera la sensación de desasosiego que uno tiene al leer la novela. Stoner es irrompible, pero demasiado frágil. El mundo lo golpea y lo golpea y él no responde, aunque podría. Todos los intentos de Stoner por mejorar su situación son exitosos, pero son escasos, no porque Stoner no tenga voluntad o fuerza, sino porque no sabe cómo dirigir esa fuerza. Está apegado a una sola cosa y se aferra, con toda su vida y todo su cuerpo, a esa cosa única: la universidad.

12- Stoner es más parecido a un Bartleby moderado que a Quijote. Es un héroe de la derrota, pero no tiene un mundo alternativo que ofrecerle al mundo, no se sostiene en una realidad ajena y no tiene entidad de creador o de principio activo. Está aferrado al mundo universitario y esa es su única alternativa a la realidad del mundo.

13- El mundo universitario es una máquina mejor que la del mundo, pero es una máquina. Al aferrase con devoción de mártir a ese engranaje, casi todas las acciones que Stoner lleva a cabo están relacionadas a esa función de pura pieza y pierde toda responsabilidad ajena a su función de pieza.
“I would prefer not to” es la respuesta de Stoner ante la guerra, ante la claudicación, ante el avance, ante la maldad de la mujer. Stoner se deja golpear e incluso deja que sus seres queridos sean golpeados. Stoner es un héroe moral, en tanto sacrifica todo interés propio al deber, pero sus principios del deber no prohíben la inmovilidad. Stoner sería un miembro perfecto de un mundo mejor, pero en este mundo es un personaje sólo bueno de manera muy parcial. Stoner deja que la vida de su hija sea arruinada, deja que su esposa le arruine la vida y se la arruine a ella misma; ama la facultad, pero nunca intenta preservarla o protegerla más que dando clases.

14- La metáfora de la tierra parece trillada, pero sirve. Stoner funciona con la universidad, y con su vida, de la misma manera que el hombre pobre interactúa con la tierra. El trabajo continuo y precario en acciones repetidas es lo único que puede hacerse. Cuando no llueve y la tierra se seca, hay que aguantar y seguir trabajando. El hombre se encorva pero no se dobla y aguanta, tostándose al sol. Trabaja otra vez a la mañana siguiente, aunque esté agotado, aunque haya comido poco. Trabajar es la manera de aguantar mejor y de que los otros aguanten mejor.

15- Hay pocos personajes tan inagotables como Stoner. Aunque la enumeración de sus acciones es veloz, cansa sólo pensarlas. Algunos de sus años se esfuman simplemente porque está ocupado todo el día, día tras día. Stoner, para no hundirse en el barro de las cosas y para no tocarlo o porque no puede hacer nada más, persiste sin grandes reticencias en todas sus tareas. Hubiera educado a su hija de buena manera, si no hubiera sido interrumpido. Una vez que lo interrumpen, no hace nada. No hay ningún intento de hacer nada. En dos o tres acciones simples, triunfa sobre Lomax, el lisiado, su enemigo. Y, sin embargo, ese momento es retratado casi como una renuncia al código moral y como una señal de que Stoner está desgastado, por romperse.

El problema con las renuncias de Stoner es que es difícil valorarlas, cuando su acción, incluso dentro del barro, hubiera producido para todos resultados mejores o posiblemente mejores. En Stoner, hay algo admirable y algo despreciable. Lo despreciable no es su fracaso, sino la forma de su actividad.

16- Única rebeldía de Stoner: dejar la granja.

Escribe Manuel Max Gónzalez

Nació en 1995. Estudia filosofía. Escribe. Hace otras cosas. Describirse le da pudor y un poco de risa.

2 Comentarios

  1. Excelente. Comparto cada una de estas apreciaciones.

  2. Muy buen análisis. Quizás la frase latina labor improbus describa ese trabajo cotidiano del pobre con la tierra.

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