II Paro Internacional de Mujeres, Nosotras Marchamos

El pasado 8 de marzo, con motivo del día de la mujer, se llevó a cabo un paro y una movilización para tomar conciencia. Mercedes Roch escribe, y la cobertura colectiva en fotografías es de Victoria Pérez Ponsa, Gabriela Ruiz, Yanina Ávila, An Mombe, Camila Alonso Suarez.

En diciembre decido bajarme del colectivo porque un tipo me mira fijo, él se baja cuando yo me bajo y me empieza a perseguir, lo pierdo metiéndome en una librería. En enero estoy caminando y uno se me pone a la par, camina al lado mío, me asusto y cruzo la calle, él cruza al lado mío, vuelvo a cruzar en un camino sin sentido, él cruza al lado mío, me freno en la parada del colectivo y se frena al lado mío, me tomo un taxi que pasa porque un hombre me persigue y estoy sola en la calle cuando todos están de vacaciones. En febrero me estoy volviendo de la fiesta de una amiga, un tipo frena el auto al lado mío, me dice “tomamos un café”, yo sigo caminando y él me persigue con su auto, andando despacio al lado mío, decido volver al bar donde están mis amigos para que alguno me acompañe a casa porque me está persiguiendo un hombre. Porque una vez por mes un hombre me persigue, marcho.

Estoy buscando trabajo y hay tres que parecen seguros, me afirman que me van a contratar, pero finalmente, en los tres, deciden contratar a un hombre. Porque nuestras condiciones laborales son desiguales, marcho.

Tengo más o menos la misma edad cuando estoy volviendo de la escuela y un viejo me dice que va a meterme la lengua en el orto, y tengo 23 años cuando el actual Presidente de la Nación Mauricio Macri expresa que a todas las mujeres les gustan los piropos “por más que esté acompañado de una grosería, que te digan qué lindo culo que tenés, está todo bien”. Porque no quiero que opinen sobre mi cuerpo ni sobre las cosas que le harían, marcho.

Veo una publicidad en la tele. Una mujer puede ganar un premio porque el producto de limpieza, más eficaz, le permite restarle horas al aseo del hogar para sumárselas a sus tareas personales. Porque no estoy obligada a limpiar la casa por ser mujer y porque no quiero que las publicidades me digan lo que tengo que hacer, marcho.

Otra publicidad, la de una bebida alcohólica, muestra a un hombre y una mujer en una especie de cita. El foco está en las tetas de la chica, en ningún momento se muestra su cara. El hombre dice pelotudeces mirándole las tetas. No entiendo la relación entre la bebida alcohólica y las tetas. Porque no quiero ser un objeto decorativo, marcho.

En Argentina se realizan entre 370.000 y 520.000 abortos clandestinos por año. Al ser prácticas ilegales no están al amparo de las regulaciones correspondientes y conduce a que gran parte de las mujeres mueran durante el proceso o sufraen daños nocivos para su salud. Porque exigimos que el aborto sea legal, seguro y gratuito, marchamos.

En este mismo país, cada 29 horas una mujer es asesinada por la violencia machista, es decir que miles de mujeres mueren asesinadas por el hecho de ser mujeres. Porque vivas nos queremos y porque exigimos que no haya ni una piba menos, marchamos.

Las labores de la casa, como la limpieza, la cocina y el cuidado a los chicos, son consideradas formas de amor y no trabajo. Porque necesitamos que el trabajo doméstico sea considerado en su aporte como valor económico, marchamos.

Día a día somos víctimas de la violencia machista. Si nos defendemos, nos castigan. Porque estamos en contra de la criminalización de nuestra defensa, por la absolución de Higui y de todas las compañeras que están encarceladas siendo consideradas homicidas sin tener en cuenta su defensa personal, marchamos.

Nos imponen las condiciones del parto cuando es nuestro derecho elegir cómo, dónde, cuándo y con quién parir. Contra la violencia obstétrica, marchamos.

La Iglesia, institución arcaica, se arroga la competencia de pronunciarse sobre nosotras y nuestras vidas. Para que saquen los rosarios de nuestros ovarios, marchamos.

Ser trans o travesti implica ser perseguida, reprimida y criminalizada de forma cotidiana. Porque queremos igualdad de derechos y una legislación que nos proteja, marchamos.

En el último año, la trata de personas en Argentina aumentó en un 90%. Porque no queremos que nuestros cuerpos sean mercancías que circulan en el mercado de cambio, marchamos.

Es moneda corriente el caso de mujeres, lesbianas, travestis y trans que se dirigen hacia la comisaría para denunciar a los agresores y la justicia no hace nada al respecto, favoreciendo la continuación del acoso e incluso el homicidio. Porque luchamos en contra de la justicia patriarcal y de la violencia institucional hacia nosotras, marchamos.

Las persecuciones y represiones a las trabajadoras sexuales por parte del Estado continúan estando vigentes. Porque queremos que el ejercicio de la prostitución no sea criminalizado, marchamos.

Ni la hora, ni la ropa, ni la oscuridad, ni el alcohol avalan que toquen nuestros cuerpos. Porque no queremos ser violadas, marchamos.

Muchas veces cuando decimos que no a un acto sexual o a una pareja, nuestra palabra es arrebatada de su valor. Porque queremos decir que NO y que nuestro NO tenga valor. Por eso, marchamos.

Porque queremos que los medios informen acerca de nuestra lucha y dejen de invisibilizarnos, marchamos.

Porque no importa la edad, el color o la religión, si sos mujer, lesbiana, travesti o trans vas a vivir en condiciones de desigualdad respecto a la distribución del poder, marchamos.

Porque en este Segundo Paro Internacional de Mujeres exigimos que el Estado se haga cargo de su responsabilidad, por eso y por más, nos movilizamos todas unidas.

Porque somos parte de un movimiento con historia que ha demostrado el peso de su lucha, este 8 de marzo paramos el mundo.

Escribe Mercedes Roch

A veces soy historiadora, a veces ilustradora, a veces docente, a veces escritora pero siempre soy hincha de Independiente.

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