Carolina Muzilli obrera, socialista y feminista

Reseñamos el libro de Mabel Bellucci acerca de la militante e intelectual Carolina Muzilli publicado por Marea, 2024. Ilustra Tano Ríos Coronelli.

El ensayo histórico Carolina Muzilli, obrera, socialista y feminista, editado por Marea, en 2024, es el resultado de numerosos años de investigación llevados a cabo por Mabel Bellucci. Esta obra se ubica en un punto de cruce entre categorías como la cuestión de género, las clases sociales y la militancia, junto con amplias y exhaustivas referencias a la Historia del movimiento obrero argentino.

El ensayo se centra en la vida, la militancia y la carrera intelectual de Carolina Muzilli, entrevemos en la prosa de Bellucci sus intenciones, sus sueños y su lucha. Lo cual nos remite como lectores a la categoría de la microhistoria, popularizada por Carlo Ginzburg, sobre todo en su obra El queso y los gusanos, que se propone centrarse en personas más o menos anónimas forjadoras de los procesos sociales; con el objetivo de «humanizar» la Historia cuestionando los modelos abstractos y nociones generales de la historiografía tradicional.

El ensayo de Bellucci recupera datos precisos de Carolina: nace el 17 de noviembre de 1889, en una familia proletaria de inmigrantes italianos del barrio de Constitución. A los 17 años ingresa a las filas socialistas, en 1907 se afilió al partido socialista. En 1912 comienza su actividad en el sindicato gráfico hasta 1914. Luego contrajo tuberculosis, debido al agotamiento a causa de su incansable actividad sindical, política e intelectual. Más adelante se mudó a las sierras de Córdoba donde estuvo internada en el hospital Santa María de Punilla; para finalmente morir a los 28 años, el 23 de marzo de 1917.

A pesar de su corta vida tuvo una intensa carrera intelectual y contacto con figuras de la talla de Julieta Laneri, Alfredo Palacios y, entre otros, Manuel Galvez, quien referenció los reportes de Carolina acerca de la explotación de las mujeres empleadas en las tiendas porteñas, en su novela Nacha Regules.

Pero, por detrás de los datos duros de la vida de Carolina vibra su espíritu feroz. La entrevemos oradora excepcional en un auditorio lleno de varones, imaginamos su combatividad verbal en tensión con su semblante elegante y fino.

Las cuestiones de género fueron una preocupación política para Carolina, y la maternidad tuvo un rol central en su pensamiento y militancia. El cuidado de los derechos de la infancia era un tópico constante de la lucha socialista de la época; Carolina eligió no casarse ni ser madre, en tiempos en que esto implicaba quedar excluida del rol femenino hegemónico, sintetizado en la figura del ama de casa. Para Carolina, inquieta y revolucionaria en sus convicciones, su resistencia fue política, y formó parte del Centro Socialista Femenino que luchó por los derechos de las mujeres trabajadoras.

Paralelamente, la cuestión del género es también fundamental en el ensayo de Bellucci donde queda claro que no sólo la historiografía tradicional borró las huellas de las mujeres en la Historia, sino que también la historiografía marxista fue ampliamente androcentrista. En cuanto al feminismo, en la época de Carolina, el obrerismo internacionalista «mantenía como principio que no era necesario la movilización específica de las mujeres, ya que el proceso revolucionario de la lucha de clases implicaría de forma automática su emancipación.» (Bellucci, M., 2024:20). Y más específicamente, en el interior del sector gráfico, a cuyo sindicato estaba afiliada Carolina, que protagonizó la primera huelga en la Historia Argentina y logró derechos para los trabajadores, las mujeres seguían sin ser incorporadas en tareas más redituables, técnicas y especializadas. Incluso, desde el movimiento obrero se las disuadía de integrar sus filas con el argumento de que la sobreexplotación laboral, la insalubridad de las tareas fabriles y el abuso patronal mermaría la fuerza de trabajo de las mujeres que debía centrarse en el ámbito de lo privado y en las tareas de cuidado en el marco del hogar.

Finalmente, el ensayo de Bellucci acerca al lector la figura de Carolina Muzzilli y una minuciosa documentación del movimiento obrero de su época, visibilizando la indisociable conexión entre Carolina y la organización de lo colectivo.

Escribe Gabriela Puente

Gabriela Puente nació en Buenos Aires durante el invierno de 1979, licenciada en Filosofía por la UBA, maestranda por UNDAV, primera mención en Certamen de Ensayo Filosófico de la Facultad de Filosofía y Letras UBA, su tesis de licenciatura fue publicada por Editorial Biblos en 2018, publicó varios artículos en revistas académicas; actualmente se dedica a la docencia y colabora en diversos medios.

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