Dibujo: María Lublin

Transgresiones II

En torno a la palabra del mes: «Transgresiones», aparece otro relato, esta vez escrito por Gabriela Puente. Dibujo de María Lublin.

 

Aún no aprendí a guarecerme detrás de una mueca y una mirada réproba, obediente del mandato masculino. Si pudiera hacerlo, sólo así me mantendría  a salvo, o por lo menos me rodearía una endeble sensación de seguridad.

Sí, digo a salvo, porque en realidad corro peligro. Hay depredadores por acá, ahora puedo olerlos como, desde hace tiempo, ellos me huelen a mí.

 

El mismo día que me mudé a la casa de papá una vecina vieja del barrio me comentó una situación como al pasar, de manera casual. La “situación” involucraba a una chica -por el ensañamiento de las  palabras que usó la vecina deduje que era pobre-, y a un hombre casado, esto último fue enfatizado férreamente por la vieja.

Así lo contó:

-”La piba tuvo la desfachatez de quedar de encargue; el hombre, víctima de una crisis tremenda, intentó sacárselo de las mismísimas entrañas. A la piba la encontró un peón de campo que escuchó un quejido lejano como de animal, la vio desplomada sobre un charco de sangre. Si llegaba unos minutos después no contaba el cuento”.

 

En aquel momento, quizás por el revuelo de sentimientos que me causaba la vuelta a ese lugar, no le presté atención a aquello que juzgué como un chisme desagradable de una vieja repugnante de pueblo. Hoy puedo ver claramente su esencia amenazante y subrepticia: -Acá a las putas les pasa esto.

 

Evoqué involuntariamente y, como una maldición, sus labios mal pintados, sus dientes amarronados asomando en la media sonrisa socarrona; sus ojos, antes apagados y semi enterrados en unas ojeras negras que ,de pronto, parecieron fulgurar por un momento en mi recuerdo. Con ganas de romperlo todo, una indignación ascendía desde el fondo de mi cuerpo. Me quemaban los párpados, sentí cómo de pronto se me revelaba una situación obscena que, sin embargo,  estuvo siempre ante mis ojos. Esa tarde lloré, mucho, como si algo pudiese ser lavado a través de aquel llanto.

 

Escribe Gabriela Puente

Gabriela Puente nació en Buenos Aires durante el invierno de 1979, licenciada en Filosofía por la UBA, maestranda por UNDAV, primera mención en Certamen de Ensayo Filosófico de la Facultad de Filosofía y Letras UBA, su tesis de licenciatura fue publicada por Editorial Biblos en 2018, publicó varios artículos en revistas académicas; actualmente se dedica a la docencia y colabora en diversos medios.

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