En Espacio Callejón se presenta todos los sábados Clarividentes, obra escrita y dirigida por Javier Daulte. Ideal para llorar de risa y reflexionar acerca del peligro que conlleva aquello que deseamos.
Fue el día en el que la selección Argentina quedó eliminada del mundial. Por Francia, sí. Otra vez el dolor nacional. A mí no me angustia, no soy una persona que se deprima por un juego, debe ser porque nunca fui competitiva. Mi hermano sí. De chicos ya se notaba la diferencia entre él y yo. Una vez, jugando al Monopoly, me aburrí, como siempre, y le hice trampa. Él se enojó tanto que revoleó todas las casitas y hoteles por el aire. Mi hermano sí es competitivo. También futbolero. Apagó el televisor después del cuatro a tres, vi su cara de desesperanza y le dije: querés acompañarme a ver una de Daulte, te va a hacer bien. Para mi sorpresa, aceptó. Así que fuimos los tres: él, su angustia y yo.
Los tres juntos así bien pegados (somos personas grandes nosotros y la angustia era grande también), ocupamos dos sillas en la sala del Espacio Callejón frente a la escenografía que mostraba una típica oficina con computadoras y mesita para el café, y un cuadrado hecho con cintas que no daba indicios de su significado. La función empezó con una proyección sobre la pared que nos anunció que estábamos por ver el episodio I. Mi hermano seguía agarrado a la angustia cuando entraron en escena los personajes corriendo.
Un experimento: Una bruja que habla un idioma tan raro que parece inventado, adivina el futuro de quienes están dentro de una Cámara Gesell que ocupa la mitad del espacio de la oficina. Para poder exponer el experimento, tres personas comunes ingresan en la Cámara, quedan imposibilitados de ver o escuchar lo que sucede afuera. La «chamana» debe predecir lo que ellos harán en los próximos minutos. La idea final de todo el proyecto consiste en venderle los servicios de la clarividente a un hombre, presuntamente adinerado, muy interesado en saber el futuro para poder especular en la Bolsa. Sin embargo, como no todo es lo que parece, la situación se complica cuando empiezan a suceder cosas extrañas: ¿la chamana predice el futuro o puede hacer que sus propios deseos se cumplan en la realidad material? Mi hermano ya sonríe.
Los actores que interpretan la historia de Clarividentes son Mauro Alvarez, Matías Broglia, Rubén De La Torre, Jorge Gentile, Silvina Katz, Juan Ignacio Pagliere, Daniela Pantano, Carla Scatarelli, Luli Torn. Un grupo que logra dinamismo e interacción sincrónica. Son muchos personajes pero se equilibran llevando a buen puerto a esta obra en la cual no hay protagonistas excluyentes. Asimismo, interpretan con gran destreza los textos, imprimiéndole dramatismo o comicidad según el caso. Si bien esa cantidad de actores en escena puede generar sensación de confusión, funciona porque eso es lo que, en definitiva, está sucediendo en la historia.
Utilizan todos los espacios de la sala, imprimiéndole un arriba, un abajo, un afuera y un adentro, evitando atarse al sitio que formalmente ocuparía el escenario. Se trata de una excelente labor de dirección de Javier Daulte, quien ha sido y es uno de los revolucionarios en la forma de pensar al teatro argentino. También es labor de Daulte la dramaturgia, cargada de vaivenes narrativos y de diálogos que son muy graciosos pero a la vez profundos.
El uso de las luces es interesante, hacen un juego con los apagones que, al volver la luz, recrean escenas como si fueran fotogramas de una película. Clarividentes es una obra con un significativo contenido cinematográfico, ya sea por esos juegos lumínicos, por las interpretaciones de los actores, por la música elegida y por las referencias a películas marcadas en el texto.
El espectador también resulta enmarañado en la labor artística colectiva, una vez que su imaginario forma parte de la obra. Solo por mencionar un caso, cada uno de los espectadores puede ver en su mente a esa Cámara Gesell hecha por un cuadrado de cintas. Cada uno la ve de una forma diferente a partir de lo que su imaginación le dicta.
Esta comedia de enredos logra que el público se divierta y ría sin parar pese al cruel panorama que se vive afuera de la sala. Por supuesto, mi hermano fue parte del público ese sábado en que Argentina quedó eliminada del mundial.
Pienso, ahora, que ver una obra de Daulte es siempre satisfactorio. Por eso, que viva Argentina que, dejando de lado el fútbol, nos da estos dramaturgos, directores y, obviamente, actores que pueden interpretar las intenciones. Y me pregunto, finalmente, ¿sabía yo de antemano que mi hermano se iba a poner feliz viendo Clarividentes o lo desee con tanta fuerza que fui capaz de cumplirlo? Después de todo, le debía una disculpa desde aquella vez en que le hice trampa jugando al Monopoly.
Ficha técnico-artística
Dramaturgia: Javier Daulte
Actúan: Mauro Alvarez, Matías Broglia, Rubén De La Torre, Jorge Gentile, Silvina Katz, Juan Ignacio Pagliere, Daniela Pantano, Carla Scatarelli, Luli Torn
Vestuario: Jam Monti
Iluminación: Sebastián Francia
Asistencia de dirección: Gonzalo de Otaola (gota)
Prensa: Walter Duche, Alejandro Zarate
Dirección: Javier Daulte