Manuel Max reflexiona sobre el movimiento Alt Lit. Críticas y defensas de una literatura contemporánea.
¿Qué es la Alt Lit?
https://en.wikipedia.org/wiki/Alternative_literature
Tao Lin
Sus personajes hablan y sienten casi una necesidad moral de hablar. Hablan, sin embargo, muy poco. Nunca sienten que lo que se dice es lo que se quiso decir. Las palabras dichas reemplazan y tapan las palabras que hubieran debido decirse y van llenando un hueco que tenía espacio limitado, el espacio limitado para lo justo, y ahora está lleno de basura y no se puede hacer nada, no hay retorno o reversibilidad posible.
Por eso la sensación de que los personajes de Tao Lin no hablan es, en parte, correcta. Dicen siempre las mismas cosas, orbitan en círculos, conscientes de la vacuidad de los círculos en los que deambulan, pero sin saber a dónde ir, sin ni siquiera tener un lugar soñado hacia dónde ir.
El imperativo moral o casi moral no es hablar, sino expresarse. Pero la expresión está vedada, no se sabe qué es aquello factible de ser expresado o los medios por los que esa expresión podría efectuarse. La vida interna es un ronroneo a medias silencioso, casi inaprensible, que no se puede verbalizar en una conversación.
A la afasia se suma algo igual, a nivel del imaginario. Llenos de imágenes web, de películas o cosas similares, hacia las que sienten indiferencia, los personajes de Tao Lin están repletos de historias escapistas. Las superponen a la realidad física, cotidiana, como una pálida imagen que no encaja y no ayuda. La imagen ideal del padre y la hija que se aman y conversan, ayudándose, no ayuda a conversar, a ayudarse. No ayuda a nada. Funciona como un contraste con lo posible, un contraste en el que no se cree, en el que lo teatral y lo falso, lo infinitamente distante, hacen imposible creer.
Sólo cuando releo “Sasquatch” retengo la imagen que le da título y entiendo que el título es adecuado. Afuera de un Wall Mart, la protagonista está en el auto, sola y ve el bosque oscuro o el espacio vacío de adelante, imaginando que ahí podría estar un yeti. Imagina a la bestia corriendo ahí, torpe e idiota, a los pelos oscuros en la noche oscura y regular. Se da cuenta que su vida es eso, que probablemente sea siempre sólo eso, pensamientos quedos y sin fondo, transcurriendo en su cabeza y después siendo olvidados, sin que puedan comunicarse a nadie y siendo su comunicación posible una estupidez que no cambiaría nada.
El estilo de Tao Lin, como todos los estilos interesantes, se adapta a sus personajes y los define. En “Sasquatch”, la imposibilidad de decir se refleja en el inagotable intento de la prosa por hacer entender que es lo que está pasando en la mente ambigua y cambiante; se apilan comparaciones extravagantes, aproximativas, la cadencia se convierte en algo parecido a la sucesión del lenguaje en un foro, donde gente que no sabe decir trata de decir y la frase se extiende y se extiende. La oración imprecisa y lucida, toma su sintaxis de la frase común e idiota, estereotípica, encuentra algo en ella, un ritmo, una intención de decir. La conjunción “like” se usa en exceso, caricaturizada.
La dimensión trágica desaparece y también la posibilidad de expiación. Las cosas no están tan mal, pero no pueden estar mejor de lo que están. Hay una suerte de ansiedad esencial o de torpeza social constante, puestos como el centro del malestar de los personajes. Al final de la escena de “Sasquatch”, la protagonista se siente cómoda con sus circunstancias y es incapaz de renunciar a esa comodidad, aunque la comodidad no la conforme del todo (o para nada).
El protagonista de TaiPei está definido por una especie de Crack Up, estilo Fitzgerald. En la infancia, era una persona activa y sociable, se movía por el mundo con facilidad. Pero suceden cosas inespecíficas y confusas y hay una leve retracción y la retracción se profundiza. En determinado momento, el protagonista se ha alejado de los otros, de sus padres, de sus compañeros y ya no tiene ninguna idea de cómo romper esa distancia. La distancia ficticia se hace real porque no puede dejar de ser pensada, de llevar a la vacilación y la duda. Pero el quiebre lento del protagonista es tan temprano y está tan imbricado en la propia constitución, que no se puede decir que lo destruye. Está hecho de esa distancia hacia todos los que lo rodean, inmerso en un solipsismo atónito pero leve, como si hubiera en el aire un calor suave pero absolutamente constante, sin pausas, solo con ligeras oscilaciones.
Mira González
Retengo, más que nada, los dos primeros poemas que aparecen en google, los dos primeros que leí:
En uno, se da una situación casi usual en la literatura, ya integrada. Un hombre y una mujer dan vueltas en la cama, mirando arriba y a ninguna parte.
it was late and we were on drugs
my body felt weak or depleted
you were was facing away from me
my hand was barely touching your arm
we laid in your bed and mumbled together
consciously allowing ourselves to experience the absence of loneliness
resigned to the knowledge that we will never be able to fully express anything
in the morning your breath was sour and i felt angry at you
i imagined the sound of your voice, in the future
when you hate me more than you ever have
then i felt the comforting abrupt movements
of your hand pushing against my face
El segundo es una conjunción más extraña, pero igualmente cotidiana, de circunstancias inertes, es más necesariamente biográfico:
today my brother emailed me while having a good drug experience
i want to have fun when i take drugs
but it’s difficult, sometimes
also, i want to lose 20 pounds
but i think that is an unrealistic goal
considering i don’t exercise
and my diet is terrible
and i am unmotivated
i think i would like to go to mexico and just hang out for a while
my dad says I have 50 cousins in mexico but i have never met them
would they let me leave work early
if i got hit by a car but wasn’t seriously injured
Quien habla tiene algún control sobre lo que quiere decir y dramatiza a voluntad. Pero para ser expresivo con la vida interna, ese decir debe dejar de comunicar porque lo que pasa es incomunicable. Y la incomunicabilidad es confusión o falta de claridad, no trascendencia. Hay una mezcla de cosas, todas juntas en un marasmo o en una pila de ropa sucia, revuelta y desteñida. Nada termina de suceder y nada termina de darse, entonces nada puede empezar a decirse. La mujer del primer poema, autobiográfico, tiene una conciencia casi pasmosa de su situación presente y futura, un desengaño inevitable y general, pero ese desengaño no inhabilita la vida, los movimientos de la vida. La mano que le toca la cara la saca de la ensoñación. La deja seguir, sabiendo que una nueva ensoñación disconforme vendrá. Y volverá a irse.
El punto de partida es diferente del de Tao Lin, pero el de llegada (o el núcleo borroso) es el mismo, la vaga aceptación de la vida como algo que no está mal, que está bien, que es miserable, que se tolera. Las preocupaciones son cotidianas y no hay pretensión de dolores metafísicos.
La Mira del poema quiere adelgazar, igual que la mujer de “Sasquatch”, pero ninguna de las dos tiene esperanza alguna en hacerlo. La parsimonia paraliza, el malestar general se disgrega en malestares puntuales y específicos, todos con la misma importancia, importancia entendida como irritación. Todos estos malestares son irresolubles, porque no se quiere resolverlos, porque no ayudaría resolverlos.
La prosa es limpia, llana, también informal (más informal) y parecida a la de un whatsapp o al hablar oral de alguien tímido y afectado. Se sostiene en la fuerza de una perspectiva, de una visión tentativa del mundo. La precisión es lo más importante, se intenta preservar la ambivalencia, el desconcierto emocional, no solucionar el conflicto.
Jordan Castro
Los temas de los otros se repiten. Drogas como maneras de desviar la atención. Alguien que trata de decir cómo se siente, de decir que se siente mal, de especificar ese malestar circulante con imágenes extrañas, un lagarto que no se conoce, secándose en un desierto que no sé imagina.
Hay menos habilidad y eso hace que todo parezca falso.
Noah Cicero
Lo elijo arbitrariamente, porque necesito cuatro y porque los otros que conozco me interesan poco, porque lo encuentro rápido y porque me adhiero, mientras escribo, a la lógica de lo que discuto, aunque no la comparta.
Me quedo no con la novela elaborada y critica, sino con un post de blog donde habla de sus circunstancias y que después se llamó cuento. Vive en un pueblo, en medio de la nada (la nada quiere decir un estado provincial, una ciudad universitaria con una mala universidad y mucha droga). Por internet, se comunica en un espacio imaginario con gente que no lo conoce, que no lo reconocería en la calle. Lava platos para vivir.
No comparte los libros con sus compañeros de trabajo. Con la gente con la que comparte libros, no comparte nada más. En todo lo otro, menos en los libros, tiene el mismo imaginario que todo el mundo. Ve Alien vs Depredador.
Se siente mal, siente un vago perfeccionismo indefinido, que nunca se concreta en nada, impedido por la sensación de que trabajar o hacer cosas es dejar que el propio tiempo sea robado, aunque cuando se tiene ese tiempo no se hacen cosas que interesan, casi nunca. Los amigos se casan, se mudan o se arruinan en la miseria de la adicción y él sigue ahí, más o menos bien, sintiéndose como el culo (o like shit).
Frente al malestar, aparece Wikipedia. Se tipean en google los síntomas que uno cree tener. La apatía sexual, la imposibilidad de vivir como todo el mundo (aunque vive como todo el mundo pero no sabe cómo vive todo el mundo y no sabe si vive como todo el mundo pero piensa que vive peor). Ve un desorden mental. Se siente identificado. Sigue leyendo. Escribe algo.
Alt Lit
Como movimiento, en general, es desparejo y errático. El libro de los twits es ridículo, como algunos post del blog de Tao Lin. Eso se aplica a todos los movimientos y no los desmerece. Como muchos movimientos, rechazan ser un movimiento y están sostenidos, más que nada, en dos, tres o cuatro personas.
Las caracterizaciones negativas que se hacen de ellos, suelen ser de carácter moral, mercantilista o imbécil en sentido llano. Se los acusa de solipsismo, de pasividad, de ser egoístas o aburridos. Si bien todas estas cosas son ciertas, la Alt Lit construye a través de ellas (y no a su pesar) su propuesta literaria. Sus miembros se hacen cargo de un tipo específico de imaginario o forma de sensibilidad (una sensibilidad atrofiada, en repliegue, pasiva, hablada por discursos a los que es indiferente) e intentan construir una literatura con una forma y un lenguaje que se correspondan con ella.
Su forma de comunicación con el internet, con el mundo de los blogs, el twitter y los foros, es genuina y natural; la afectación con la que actúan con respecto a ellos es una desnaturalización posterior, una toma de distancia. Frente a ese mundo, tienen la ambigüedad atónita de sus mejores personajes. De la glorificación a la crítica implícita, todas las interpretaciones son posibles. El Tao Lin público se reconoce como usuario dependiente de internet y exagera esa dependencia, exagera su interés por lo idiota, de una forma que puede recordar a Warhol.
El Discurso Critico no libera a la conciencia por arte de magia, no la ubica en otro plano. La saturación de informaciones genera un mareo similar al silencio. El imaginario inflado, la confusa presencia del espacio virtual, siempre superpuesto, la costumbre de que la acción ficcional sea decisiva y fácilmente comprensible y de que la vida sea continuada, leve y caótica, todas esas cosas llevan a un repliegue, llevan a dudar de la textura de la realidad (aunque se sepa que la realidad está ahí). Los críticos más básicos de la Alt Lit pretenden que estas cosas casi no existen previamente, que los escritores se resignan a ellas y las propagan, que estas cosas podrían borrarse por un acto de voluntad. Si los miembros de la Alt Lit se resignan a ellas o no, es indiferente. La voluntad no borra, sin ninguna mediación, todo problema. Suplirlos, fingir que no existen, es autoengañarse, perpetuar su fuerza.
No se quiere endiosar al movimiento, ni aceptar su grandeza. La monotonía necesaria de una sola sensación indefinida, una forma de ansiedad sin objeto, se vuelve una parodia de sí misma, por momentos y pierde toda fuerza. O se vuelve una queja melosa y afectada, gente repitiendo que quiere que alguien le ponga una manta en la cabeza, una y otra vez, en diferentes variantes, hasta que ya la frase (en todas sus posibilidades) no quiere decir nada, no agrega nada más. Todo esto no puede negarse y no es necesario negarlo. En sus mejores momentos, la Alt Lit, rechaza el engaño, busca desplegar, mediante la forma, una verdad de la conciencia. Y lo logra o hace algo similar a lograrlo. Eso basta para que valga la pena.
Muy buen artículo, conocí hace poco de este movimiento en esta misma revista con un cuento de Tao Lin. Mis felicitaciones a Manuel, muy ameno y llevadero su escrito; el final me encantó.-