Entrevista a Leo Azamor y Keki-UnPuntito, creadores de Sábanas hasta la cabeza.

Leonardo Azamor y Keki un Puntito son los creadores de ‘Sábanas hasta la cabeza’, un elogiado libro de cuentos infantiles de terror, editado por 800 golpes en el año 2014. Una charla amena para tratar de conocer un poco más sobre las motivaciones, la forma en la que trabajaron juntos, su relación con la literatura infantil y de terror, y la forma en la que los chicos se adueñaron de la obra.

Pueden contarnos un poco cómo empezó el proyecto, si pensaron en que iba a ser algo conjunto desde el comienzo o si después surgió esa posibilidad.

KEKI UN PUNTITO: Conocí a Leo en la escuela de arte Sótano Blanco, yo era profe y alumna de varios talleres y él empezó a dar clases de teatro. Me anoté en ese taller y con el transcurso de las clases nos fuimos conociendo. Entre charla y charla me contó que tenía unos cuentos que había escrito y le pedí que me los enviara. Y así fue. Recuerdo que apenas me llegó el e-mail, me los imprimí y los leí. No pude dejar de leerlos, los leí todos de una. Y le mandé un mensaje al terminar que quería ilustrarlos. Esa misma semana hice los bocetos, se los mostré y a la otra semana empecé a hacer los originales. Fueron días intensos. Me incentivaron mucho estos cuentos y diría que las imágenes salieron solas.

LEO AZAMOR: Sí, el proyecto fue surgiendo de a poco. El primer cuento que escribí fue “La Presa”. Lo pasé a leer a varios conocidos y mientras, seguí escribiendo otros. Después me di cuenta que podían ir muy bien juntos y que además tenían algo en común: eran historias protagonizadas por chicos, y un clima de terror. Una vez que estuvo más o menos cerrada la cantidad de cuentos, y un mismo mundo, se los pasé a Keki; y ella enseguida capturó el espíritu de lo escrito. Fue mágico.

¿Cuál es  la relación de cada uno con la literatura infantil? ¿Alguna vez habían pensando en que iban a escribir un libro de este género?

 LEO AZAMOR: No soy un gran lector de literatura infantil, cuando se la considera así, de una manera muy “encorsetada”. Creo que el género se dio naturalmente, no fue algo impuesto desde la premisa “voy a escribir un libro para chicos”. Fue al revés, se dio de manera inversa, los chicos aparecían en cada historia. Lo que tuve que hacer, fue sintonizar con más precisión quiénes eran esos chicos que hablaban, y qué miedo tenían, qué los inquietaba y de qué manera pensaban.

KEKI UN PUNTITO: La relación que tengo con la literatura es extensa, diría en años. Desde chica que me acompaña, mi mamá solía leerme cuentos antes de dormir… y siempre me regalaban libros ilustrados. Siempre me gustaron los dibujos de los libros… y recuerdo tratar de contar la historia leyendo solo las imágenes, también recordando lo que ya me habían leído. En mi biblioteca la mayoría de los libros son los que en las góndolas llaman infantiles. Una etapa de la vida que considero que no se termina nunca. Al menos esos espero. Me gusta manejar ese  lenguaje… trato siempre de recordarme en la simpleza y la espontaneidad y expresar dibujos desde allí.

Teniendo en cuenta que son cuentos infantiles de terror, ¿qué tipo de consideraciones tomaron para con sus futuros lectores? ¿Buscaban asustar?

LEO AZAMOR: No sé si asustar, pero sí tratar de generar ese clima de incertidumbre frente a los desconocido. Ese miedo sin razón, esa sensación en la nuca… Y recuerdo con mucho cariño el libro de Elsa Bornemann: Socorro, había historias muy bien contadas que me daban mucho miedo.

KEKI UN PUNTITO: Los niños lo toman de una manera mucho más natural todo… confío en eso y en ellos. Cuando era chica me gustaba saber más de estas cosas que los adultos no entienden o sí, pero a veces callan u ocultan. Mi intención a comunicar es que todo es posible. ¿Por qué no? Creo que el miedo también es algo interesante de experimentar. Para no tenerlo más.

Uno de los puntos más altos del libro se da en el hecho que se meten en la cabeza de los chicos y no los subestiman como lectores. Desde la presentación del libro, donde se invita a seguir leyendo pero de una manera muy cercana. ¿Fue una decisión, surgió así?

 LEO AZAMOR: Es una decisión a partir de lo que surgió. Siempre se subestima al chico, desde un lugar de adulto, pensando en qué tema se debería o no tratar. Y entiendo que con determinados temas, surja esa discusión. Pero me parece que sigue siendo un prejuicio. Los chicos, por suerte, tienen la cabeza mucho más abierta que nosotros. Y los cuentos, no son más que eso, juegos de palabras que generan un clima de suspenso, que permiten a cada uno interpretar libremente. Y para eso los chicos, son expertos: una sombra que entra por le ventana puede ser una terrible criatura que los vigila. Me encanta.

 KEKI UN PUNTITO: Diría que es una forma de invitar a vivir una experiencia, movilizadora, pero con conciencia de que va a ser así. Casi como una elección a lo desconocido.

 En el Facebook de Leo sus amigos discutieron el hecho de que sólo esté dirigido a niños, ¿qué opinan sobre los alcances de la literatura infantil? Tanto dibujos como textos, ¿están pensados exclusivamente para niños o también para “grandes”?

 KEKI UN PUNTITO: Leí estos cuentos por primera vez y los ilustré a los 26 años. Nunca pienso la edad a los que me estoy dirigiendo. Solo expreso lo que me genera el texto y trato de ser fiel a eso. Es lo mas honesto que puedo ofrecer desde mi parte. Ya que no considero que haya una edad específica para hacer nada y menos para leer cuentos y visualizar imágenes…

 LEO AZAMOR: Los buenos libros, se disfrutan, no importa la edad. Todos los grandes, fuimos chicos en algún momento, y esa sensación de conocimiento del mundo, con las herramientas que teníamos, en algún lugar queda, estoy seguro… Es ese lugar de disfrute, al que se puede acceder a cualquier edad. Simplemente hay que dejarse llevar por el mundo que se propone.

 

 En los dibujos se trabaja mucho el ámbito de la casa, la habitación, la cocina, los espacios internos que van despertando la imaginación. Siempre es un mundo fascinante los pequeños miedos que tenemos cuando somos chicos, como correr la cortina del baño para ver si hay alguien. ¿Recuerdan experiencias de ese tipo que de alguna manera se hayan visto reflejadas en el libro?

 KEKI UN PUNTITO: Sí. Siempre me dio miedo mirar debajo de la cama. Cuando leí el primer texto: “Un par de consejos útiles”, me recordó a esos momentos… y me pareció buenísima la idea de jugar con eso, aunque debo confesar que nunca imaginé lo que dice este cuento. Ahora es un miedo superado. Al menos ya no uso cama para dormir, mi colchón va al piso.

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Contacto:
Leo Azamor: https://www.facebook.com/leo.azamor
Keki Un Puntito http://1puntito.blogspot.com.ar/
Facebook del libro: https://www.facebook.com/sabanaslibro?fref=ts
Editorial 800 golpes: www.editorial800golpes.wordpress.com

Escribe Guillermo Flores

Guillermo Flores fundó las editoriales 13x13 y 800 golpes, y las revistas culturales Colofon y Arrancar. Hoy trabaja alegremente en comunicación digital.

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«Soy omnívoro y muy cambiante como lector y oyente»

De un Instituto de Carreras Alternativas a una muestra de historietas intervenidas, Leo Maslíah, el músico uruguayo que ganó el premio Gardel al Mejor álbum de música clásica y que supo formar parte de un programa de televisión junto a Guinzburg y a Fontova, nos cuenta cómo concibe sus ideas, qué lugar ocupa el humor en su producción artística y qué consume culturalmente por estos días. Su nuevo disco se llama "Últimas canciones".

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