Micropoemas V
Compartimos la quinta parte de esta selección de micropoemas del poeta hondureño Alex Darío Rivera, …
Micropoemas IV
Compartimos la cuarta parte de esta selección de micropoemas del poeta hondureño Alex Darío Rivera, …
Micropoemas III
Compartimos la tercera parte de esta selección de micropoemas del poeta hondureño Alex Darío Rivera,…
Micropoemas II
Compartimos la segunda parte de esta selección de micropoemas del poeta hondureño Alex Darío Rivera,…

El arte tiene vocación de extremo.
Raúl Zurita
Cada vez que encontramos un libro que nos conmueve en algún sentido (o en todos) corremos a compartir la buena nueva. Y de esto se trata esta nueva sección.
El año pasado gracias al seminario virtual “Revolución y actualidad en Centroamérica. Una perspectiva desde la Literatura y las Ciencias Sociales” (CLACSO) entré en contacto no ya con un solo libro sino con todo un istmo de buena literatura: la centroamericana actual. Y digo actual porque-sí- hay vida más allá de Rubén Darío.
A medida que iba leyendo las novelas, testimonios y poemas me preguntaba cómo era posible que no me hubiera cruzado con nada de esto antes. Es que lejos del exotismo- para mí lo tropical vino siempre en dos sabores: a Puig o a realismo mágico - que esperaba encontrar en los textos, me di de cara con una literatura más cercana, dolorosa y potente de lo que supuse en un principio; los procesos revolucionarios de la década del ´80 en Centroamérica dejaron cicatrices y heridas en el entramado social, cuyos emergentes más conocidos en Argentina probablemente sean las maras y la migración. Se trata pues de sociedades traumatizadas por la violencia social e institucional y, por eso, este trauma y cómo procesarlo es un asunto recurrente en las obras leídas. La búsqueda de respuestas no es sólo temática, sino que repercute en el aspecto formal.
De entre todas las obras- y muy buenas- que pude leer, me impactó mucho Libro centroamericano de los muertos de Rodrigo Balam. El libro aborda de forma novedosa, casi de vanguardia, pero accesible, el calvario de los y las migrantes centroamericanos hacía Estados Unidos. Me gustó mucho. Necesitaba contarle a la gente acerca del libro y así fue que, promediando este enero, le propuse a Colofón entrevistar al autor. En cierta manera, esta propuesta iba en la misma línea que plantea la revista con su Poesía Federal: darle espacio escritores y escritoras que están por fuera de los radares y circuitos porteños. No hubo objeciones.
Con el visto bueno de la revista, necesitaba conseguir a Balam. Lo siguiente que hice fue escribirles un mail a las coordinadoras del seminario para pedirles el contacto. La respuesta fue rápida: les pareció una muy buena idea, pero debía esperar un poco- porque la persona que conocía a Rodrigo estaba de vacaciones- e hicieron una contrapropuesta: trabajar conjuntamente para difundir los trabajos de autores y autoras de gran calidad, pero ignorados/as o poco conocidos/as en nuestro país.
Y acá es cuando está propuesta individual se volvió una aventura colectiva.
Pronto, nos estábamos preguntando, desde distintas latitudes incluso, si debíamos limitarnos a la narrativa, y resolvimos que no, habría poesía. Una reunión y unos pocos mails después decidimos que también habría algo de crítica literaria.
A esta altura, no podemos asegurar que no vaya a haber algo más porque a todos y todas los que estamos involucrados/as, nos apasiona la literatura y creemos que difundirla y compartirla de una manera respetuosa, accesible y atractiva es una de las mejores cosas que podemos hacer. Ojalá algo de todo este amor se vea reflejado aquí.
Una última cosa, un poco como en un relato de Bolaño, todavía me pregunto si podré alguna vez dar con Balam.
Escribe Ignacio Marcora.