Para celebrar este 16 de junio del 2020 – lo que se entiende por Bloomsday, tomamos algunos fragmentos del monólogo de Molly Bloom del Ulises. Traducción de Marcelo Zabaloy. Dibujos de María Lublin.
Hoy es 16 de junio, lo que se conoce como Bloomsday en honor al protagonista del Ulises: Leopold Bloom. Hoy es el día en el que James Joyce, el famoso escritor irlandés, decidió hacer transcurrir todo el Ulises, más precisamente el 16 de junio de 1904. La novela en su totalidad abarca desde el amanecer hasta el amanecer del día siguiente -cuando Stephen se va de lo de Bloom- a través de la conciencia de varios personajes. Hoy nos vamos a centrar en el conocido monólogo final de Molly Bloom. Hicimos una selección bastante arbitraria sobre la traducción de Marcelo Zabaloy. El monólogo recorre la fidelidad, sus límites y, sobre todo, funciona como alegato contra la institución matrimonial y la posición de sometimiento de la mujer en la sociedad.
Antes de empezar la lectura por favor tener en cuenta que cuando nos referimos al fluir de la conciencia, nos referimos a una forma de escribir en la que se recorren los pensamientos teniendo en cuenta que, por distracciones, e ideas asociadas, éstos divergen, lo que se reproduce es la forma azarosa en la que la mente persigue ideas muy íntimas.
Optamos por diferenciar las oraciones traicionando la idea original: esto se tiene que leer como una gran continuidad, casi sin pausa, sin aire, sin oxígeno. Hoy solo recorremos algunos fragmentos. Podrían ser otros y configurarían otra historia.
Empecemos con esta irrespetuosa reducción de lo que una tal Molly Bloom habría pensado quedándose dormida, con su esposo Leopold Bloom recién llegado y acostado a su lado, con olor a alcohol y al misterio de un día en la ciudad:
(…)
no es que me importe un comino con quién lo hace
o lo hizo
aunque me gustaría averiguarlo
(…)
una o dos veces sospeché e hice que se me acercara cuando le encontré ese pelo largo en el saco
por no mencionar cuando entré a la cocina y simulaba estar tomando agua
(…)
pero le dije lo que pensaba sugiriéndome que saliera para quedarse a solas con ella
no me rebajaría
a espiarlos
las ligas que encontré en su pieza un viernes que estaba de franco
eso fue suficiente para mí
(…)
sobre los monumentos
y me hartó con sus estatuas
alentarlo a ser peor de lo que es
en quién estás pensando
ahora
en quién estás pensando
quién es
dime su nombre
quién dime quién
el Emperador de Alemania
sí
imagínate que yo soy él
piensa en él
puedes imaginártelo
tratando de convertirme en una puta
algo que nunca conseguirá
tendría que dejar de hacer esas cosas a esta altura de la vida
lisa y llanamente es una ruina para cualquier mujer
y no hay ninguna satisfacción
fingiendo que me gusta hasta que acaba
y después tengo que arreglármelas como pueda
y eso te deja los labios pálidos

(…)
por qué no se puede besar a un hombre
sin tener que ir y casarse
a veces te dan unas ganas tremendas
cuando se siente tanta felicidad
que no se puede evitar
a veces querría que un hombre cualquiera me tomara en sus brazos
cuando él está aquí
y me besase
no hay nada como un beso largo y húmedo
que te llegue al alma y te paralice

por eso tuvimos esa pelea sobre política
la empezó él
no yo
cuando dijo que Nuestro Señor era un carpintero
al final me hizo llorar porque una mujer es sensible a todo
yo estaba furiosa conmigo misma por ceder
sólo porque sabía que él estaba loco por mí
y dijo que Él había sido el primer socialista
y eso me enojó y no fui capaz de ponerlo en su lugar
pero sabe un montón de cosas de todo tipo
especialmente sobre el cuerpo y las partes íntimas
a menudo quise estudiar esas cosas
lo que tenemos adentro
(…)
declarársele con ese blablablá que tiene
como lo hizo conmigo
aunque fue un trabajo endemoniado el que tuve que hacer para sonsacárselo
aunque es verdad que me gustó
porque eso demostraba que podía contenerse y que no estaba regalado
estuvo por preguntármelo también esa noche
en la cocina cuando yo estaba amasando el pastel de papa
hay algo que quiero decirte
pero lo interrumpí diciéndole que estaba de mal humor
con las manos y los brazos llenos de harina pegajosa
en todo caso revelé demasiado la noche anterior
hablando de sueños
(…)
me pregunto en qué se habrá convertido
después de convivir con ese marido desquiciado
la cara se le empezó a resecar y arrugar
la última vez que la vi debió haber sido después de una pelea con él
porque trató de llevar la conversación al tema de los maridos
y hablar mal de él para defenestrarlo
qué fue lo que dijo
ah sí que cuando se le antojaba se metía en la cama con los botines embarrados
lo que debe ser irse a la cama con un tipo que puede asesinarte en cualquier momento
pero hay hombres buenos no todos se vuelven locos de esa manera
(…)
veamos si puedo dormir un poco
1 2 3 4 5
qué clase de flores son esas que inventaron como estrellas
el empapelado en Lombard Street era mucho más lindo
(…)
e intento otra vez así me puedo levantar temprano
iré a lo de Lambe ahí al lado de Findlater
y haré que nos manden algunas flores para poner un poco en cada ambiente
(…)
no hay como la naturaleza
las montañas desiertas
luego el mar y las olas precipitándose
después la belleza del campo con sembrados de avena y trigo
y toda clase de cosas
y el ganado fino pastando por ahí
le hace tanto bien al corazón
ver ríos y lagos y flores
de todas las formas y perfumes y colores
surgiendo incluso de las zanjas prímulas y violetas
(…)
después de ese largo beso
me quedé sin aliento
sí dijo que yo era una flor de la montaña
sí eso somos todo cuerpo de mujer
es una flor sí
fue la única verdad que dijo en la vida
y el sol hoy brilla para ti
sí
fue por eso que me gustó
porque pensé que entendía o sentía lo que es una mujer
y supe que siempre podría salirme con la mía
(…)
todos de blanco y con turbantes como reyes
pidiéndote que te sentaras en sus diminutas tiendas
y Ronda con las viejas ventanas de sus posadas
ojos atentos
esconde la celosía para que su amante bese el enrejado
y las tabernas entreabiertas por la noche
y las castañuelas y la noche que perdimos el bote en Algeciras
el vigía andando tranquilamente por ahí con el farol
y esa terrible y profunda correntada
ah y el mar
el mar carmesí a veces como fuego y los gloriosos ocasos y las higueras en los jardines de la Alameda
sí
y todas las callejuelas irregulares y las casas rosadas y azules y amarillas y los jardines de rosas y el jazmín y los geranios y los cactus
(…)
y pensé da lo mismo él que cualquier otro y después le pedí con los ojos que me lo pidiera otra vez
(…)
Revista Colofón Lo que pasa cuando ya pasó todo.

Molly Malone y Molly Flanders inspiraron al famoso novelista James Joyce para darle nombre a Molly Bloom, infiel esposa de Leopold Bloom y a antítesis de la fiel Penélope homérica, la Reina de Ítaca, esposa del Rey Ulises y madre del Príncipe Telémaco. El monólogo de Molly Bloom en la novela Ulises de James Joyce, no solo es la contrapartida al silencio de Penélope extasiada al escuchar el relato de Ulises para justificar sus 20 años de ausencia de Ítaca, contados a partir de su viaje a Troya para combatir en esa guerra mítica, es el primer gran esfuerzo literario de un escritor del siglo XX en sumergirse en la inextricable alma femenina. Todo esto lo explica mejor el erudito Mario Raimundo Caimacán en su ensayo «Cervantes, su Propuesta de Novela Psicológica, Influencias del Quijote en El Ulises de James Joyce y Otras Notas», que recomiendo como un texto excelente, brillante, que ilumina la comprensión de la novela que revolucionó las letras del siglo XX y renovó la novela moderna polifónica creada por el genial Miguel de Cervantes con El Quijote, la mejor y más importante novela de todos los tiempos.
Molly Malone y Molly Flanders inspiraron al famoso novelista James Joyce para darle nombre a Molly Bloom, infiel esposa de Leopold Bloom y la antítesis de la fiel Penélope homérica, la Reina de Ítaca, esposa del Rey Ulises y madre del Príncipe Telémaco. El monólogo de Molly Bloom en la novela Ulises de James Joyce, no solo es la contrapartida al silencio de Penélope extasiada al escuchar el relato de Ulises para justificar sus 20 años de ausencia de Ítaca, contados a partir de su viaje a Troya para combatir en esa guerra mítica, es el primer gran esfuerzo literario de un escritor del siglo XX en sumergirse en la inextricable alma femenina. Todo esto lo explica mejor el erudito Mario Raimundo Caimacán en su ensayo «Cervantes, su Propuesta de Novela Psicológica, Influencias del Quijote en El Ulises de James Joyce y Otras Notas», que recomiendo como un texto excelente, brillante, que ilumina la comprensión de la novela que revolucionó las letras del siglo XX y renovó la novela moderna polifónica creada por el genial Miguel de Cervantes con El Quijote, la mejor y más importante novela de todos los tiempos.
El lenguaje vulgar, grosero, procaz, escatológico del gran Francisco de Quevedo inspiró a James Joyce en su «Ulises» y aquí un poema del genial poeta español que hasta del Diablo se burló:
«Señor Belcebú, Satán, Lucifer
O cómo quiera os llaméis,
Vos sois un Gran Cabrón y esos cachos,
Gigante cornamenta
Que vuestra cabeza ornamenta,
No es regalo de Dios ni del Cielo,
Seguro casado estáis
Ya conocéis vuestro propio Infierno».
Quevedo inspiró al patafísico Alfred Jarry en «Ubu Rey», a Miguel de Cervantes en el episodio de Sancho cagado de miedo por el ruido de los batanes, a James Joyce y a García Márquez al final de «El Coronel no tiene quien le escriba».
El Ulises de James Joyce es una gran novela y renovó el género en el siglo XX, después de la invención de la Novela Moderna Polifónica por Cervantes con El Quijote a principios del siglo XVII. Para dar luces sobre las grandes influencias de los literatos españoles de los Siglos de Oro en James Joyce y su Ulises pronto publicaré el ensayo «Influencias de Cervantes y Otros Literatos Españoles de los Siglos de Oro en el Ulises de James Joyce» (cuya primera parte publiqué en 2023 con el título «Cervantes, su Propuesta de Novela Psicológica, Influencias del Quijote en El Ulises de James Joyce y Otras Notas») porque el escritor irlandés en lengua inglesa es el novelista del siglo XX que más le debe a la Literatura Española de los Siglos de Oro, a Cervantes, a Quevedo, a Góngora, a Francisco Delicado (autor exiliado de «Retrato de la Lozana Andaluza», de allí «Retrato del Artista Adolescente»), a Lope de Vega, a Calderón de la Barca, a Joanot Martorell (autor de «Tirante el Blanco») y al autor del Lazarillo de Tormes (con absoluta seguridad Fray Juan de Ortega, protegido del Emperador Carlos V). Sí, el Modernismo Anglosajón bebió de las fuentes de la Literatura Española de los Siglos de Oro y solo la errada visión anglocéntrica de la crítica literaria norteamericana explica la ceguera para reconocer esta realidad evidente. James Joyce fue formado en Irlanda en instituciones de educación jesuitas desde la primaria hasta la Universidad y allí, conforme a los pensa de estudios, se formó en la tradición literaria de España, patria de San Ignacio de Loyola y tan católica como Irlanda. Hasta Virginia Woolf le debe mucho al Coloquio de los Perros de Cervantes. Y toda la novelística británica nació unida por el cordón umbilical al Quijote. La visión reduccionista de críticos literarios sobrevalorados, como Harold Bloom (con su delirio de excluir a la Literatura Española del «Canon Occidental», a excepción del Quijote, por temor a ser repudiado por ignorante) y el afán norteamericano de sobrevalorar y hasta glorificar a sus escritores, llevó a la crítica literaria norteamericana a cometer el disparate de negar los enormes méritos de la Literatura Española y tratar de esconder los grandes nombres de los poetas, narradores y dramaturgos de los Siglos de Oro, quienes están en las raíces de toda la Literatura Europea y Americana (como continente y recreación de Europa) desde el siglo XVI hasta el presente. Antes de leer estas líneas ?Los «sesudos» críticos literarios de Estados Unidos y Gran Bretaña sabían que el trabajo de Leopold Bloom, corredor de avisos en la prensa escrita a principios del siglo XX en Irlanda, era la adaptación del trabajo de «Pregonero» del Lazarillo de Tormes en la España del siglo XVI?
?Sabían que «El Infierno» que visitaron Leopold Bloom y Stephen Dedalus en Dublín no es una parodia del Hades homérico ni del Infierno dantesco, sino del burlesco Infierno de Francisco de Quevedo en su «Sueño del Infierno» o la «Zahúrda de Plutón» («El Chiquero del Diablo» en buen cristiano, como decían en mi pueblo), porque el gran Quevedo se burló hasta del Diablo y lo satirizó al llamarlo «El Gran Cabrón» y describir su Infierno como un enorme prostíbulo o burdel? ?Puede llamarse «Críticos Literarios» a quienes jamás leyeron a los grandes literatos españoles de los Siglos de Oro? Sería un disparate mayúsculo llamar «Helenista» a quien jamás leyó a Homero, ni en traducciones. Y como un francés parcializado permitió que se regara la mentira según la cual el monólogo interior lo inventó otro francés en el siglo XIX y no Homero en La Ilíada y La Odisea (siglo VIII antes de Cristo), decidí escribir éste ensayo para desmontar tantas mentiras y desmesuras, tantas insensateces de los auto-sobrevalorados críticos literarios de lengua inglesa, quienes en sus delirios de descalificación de la Europa Mediterránea olvidan que el inglés, como el alemán y demás lenguas nórdicas, carecía de alfabeto hasta que lo adoptaron de Roma. Sí, Roma sacó a todos éstos idiomas del analfabetismo, les dió la escritura y por esto tienen tantas palabras originadas en el latín, para expresar realidades que antes desconocían, porque los antiguos romanos llamaban «bárbaros» a los pueblos nórdicos y el lenguaje escrito fue una de las primeras expresiones de la civilización que adoptaron de Roma.
No sólo Cervantes influyó en el Ulises de James Joyce, también lo hicieron otros grandes literatos españoles de los Siglos de Oro, como Francisco de Quevedo, porque el Infierno que visitaron Leopold Bloom y Stephen Dedalus en Dublín no es una parodia burlesca del Inframundo Homérico, del Hades de la mitología griega, ni del católico Infierno Dantesco, esta inspirado en el satírico, burlesco y socarrón Infierno Quevedesco y también el lenguaje vulgar, grosero, procaz, escatológico del gran Francisco de Quevedo inspiró a James Joyce en su “Ulises” y aquí un poema del genial poeta español que hasta del Diablo se burló:
DE FRANCISCO DE QUEVEDO
“Señor Belcebú, Satán, Lucifer
O cómo quiera os llaméis,
Vos sóis un Gran Cabrón,
Los atestiguan tantos pintados retratos,
Y esos cachos,
Gigante cornamenta
Que vuestra cabeza ornamenta,
No es regalo de Dios
Ni del Cielo,
Seguro casado estáis,
Quizás contáis cuñados, suegra y suegro.
A una mujer llamáis esposa,
A una mujer no santa,
Una mujer bella,
Vanidosa y casquivana,
Tan hermosa, tan apetitosa,
Que verla es querer montarla,
Por ella tenéis los cuernos.
Ya conocéis vuestro propio Infierno”
El genial Francisco de Quevedo también inspiró al patafísico Alfred Jarry en “Ubu Rey”, a su contemporáneo Miguel de Cervantes en el episodio de Sancho cagado de miedo por el ruido de los batanes y a García Márquez en el final de “El Coronel no tiene quien le escriba».
El Lazarillo de Tormes ciertamente lo escribió Fray Juan de Ortega, protegido del Emperador Carlos V de Alemania y I de España, El Rayo de la Guerra, dentro de una lucha entre bandos cortesanos por la preferencia del heredero Príncipe Felipe, futuro Felipe II. Fray Juan de Ortega era del grupo de la Casa de Alba y al final se impuso en el ánimo del nuevo Rey el llamado «partido ebolista» dirigido por el Príncipe de Eboli, cuya cercanía con el Rey garantizó Gonzalo Pérez, secretario real de Carlos V y Felipe II y padre del polémico Antonio Pérez.
Así pues, el autor del Lazarillo de Tormes, Fray Juan de Ortega, influyó en El Ulises de James Joyce porque el Lazarillo de Tormes es el primer antihéroe de la Literatura Moderna y Leopold Bloom es el primer antihéroe del Modernismo Anglosajón, ambos son cornudos y lo saben y ambos se adaptan resignados a tan infame condición porque los dos no comparten la noción de honor que prevalece en sus respectivas sociedades, Lazarillo porque su primera prioridad, como todo pícaro, es sobrevivir y por eso acepta casarse con la barragana del Arcipreste de San Salvador y Leopold Bloom acepta su humillante condición de pelele cornudo de su esposa Molly Bloom (antítesis de la fiel Penélope homérica) porque es la expresión degenerada del hombre masa moderno, en las antípodas morales del héroe homérico Odiseo, Ulises.
Molly Bloom es la antítesis de Penélope y también tiene algo de la esposa del Lazarillo de Tormes, obra que ciertamente escribió Fray Juan de Ortega, protegido del Emperador Carlos V de Alemania y I de España, El Rayo de la Guerra, dentro de una lucha entre bandos cortesanos por la preferencia del heredero Príncipe Felipe, futuro Felipe II. Fray Juan de Ortega era del grupo de la Casa de Alba y al final se impuso en el ánimo del nuevo Rey el llamado «partido ebolista» dirigido por el Príncipe de Eboli, cuya cercanía con el Rey garantizó Gonzalo Pérez, secretario real de Carlos V y Felipe II y padre del polémico Antonio Pérez.
Así pues, el autor del Lazarillo de Tormes, Fray Juan de Ortega, influyó en El Ulises de James Joyce porque el Lazarillo de Tormes es el primer antihéroe de la Literatura Moderna y Leopold Bloom es el primer antihéroe del Modernismo Anglosajón, ambos son cornudos y lo saben y ambos se adaptan resignados a tan infame condición porque los dos no comparten la noción de honor que prevalece en sus respectivas sociedades, Lazarillo porque su primera prioridad, como todo pícaro, es sobrevivir y por eso acepta casarse con la barragana del Arcipreste de San Salvador y Leopold Bloom acepta su humillante condición de pelele cornudo de su esposa Molly Bloom (antítesis de la fiel Penélope homérica) porque es la expresión degenerada del hombre-masa moderno, en las antípodas morales del héroe homérico Odiseo, Ulises. Y así como El Margites es una parodia burlesca escrita en la Antigua Grecia en burla a Odiseo, y fue erradamente atribuida a Homero durante siglos, El Ulises de James Joyce es la parodia burlesca de La Odisea y Leopold Bloom es la parodia burlesca del mismo Odiseo, el Ulises romano.
Quien quiera entender la obra novelística de James Joyce debe leer dos ensayos fundamentales: «Influencias de Cervantes y Otros Grandes Literatos Españoles de los Siglos de Oro en El Ulises de James Joyce» y «Nietzsche en la Obra Novelística de James Joyce», ambos del polímata Mario Raimundo Caimacán, un jubilado marino mercante que recorrió todos los océanos y mares del mundo y leyó lo mejor de la Literatura Occidental para descubrir que el fraile jerónimo Juan de Ortega, protegido del Emperador Carlos V, es el autor del Lazarillo de Tormes, descubrió el gran secreto de las Novelas Ejemplares, probó que el tango «Volver» de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera está inspirado en Ulises, en el Odiseo homérico, quien tardó 20 años en regresar a Ítaca, contados desde su partida a la Guerra de Troya, y otras 8 canciones populares de Hispanoamérica también están inspiradas en Homero. Y por sí fuera poco, Caimacán (un erudito aún desconocido y quien recién empezó a publicar en 2023) también probó que las leyendas de Tristán e Iseo y Lanzarote y Ginebra, son reescrituras medievales y cristianas de una leyenda de la Antigua Grecia y descubrió el título original de la famosa pintura del Círculo de Rembrandt que se creía del maestro, del propio Rembrandt, y se conoce como «El Hombre del Casco Dorado». Además de explicar a plenitud las novelas de James Joyce, también explicará a plenitud El Quijote, El Lazarillo de Tormes, Rinconete y Cortadillo y el verdadero origen de los Libros de Caballerías. Quien quiera superar las tinieblas en la Literatura Occidental debe leer ya toda la obra ensayística del hispanoamericano Mario Raimundo Caimacán.
NUEVO ENSAYO PRUEBA LAS INFLUENCIAS DE CERVANTES Y EL QUIJOTE EN EL ULISES DE JAMES JOYCE
“CERVANTES, SU PROPUESTA DE NOVELA PSICOLÓGICA, INFLUENCIAS DEL QUIJOTE EN EL ULISES DE JOYCE Y OTRAS NOTAS”
Este brevísimo ensayo prueba la admiración de Mario Raimundo Caimacán por Miguel de Cervantes y su obra maestra El Quijote (El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, de 1605, y El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, de 1615), cumbres de la novelística universal, tesoros del mundo hispánico y parte de la tradición literaria que España comparte con Hispanoamérica, y pretende explicar como la propuesta cervantina de Novela Interior o Psicológica nació en Cervantes por la existencia del monólogo interior presente en los Libros de Caballerías, especialmente en su admirado Tirante el Blanco (1490) de Joanot Martorell, y en El Lazarillo de Tormes (1554), que lo adoptaron de Homero, quien creó este recurso narrativo en La Ilíada y La Odisea (poesía épica, narrativa) en el siglo VIII antes de Cristo, y de allí se expandió al teatro y a la narrativa en prosa y ahora está presente hasta en el cine. Y al unir las propuestas cervantinas de novela interior o psicológica con la “escritura desatada”, tenemos la aspiración de novela total, que fusiona la acción de los personajes con el mundo interior de los mismos, cuyo más exitoso ejemplo es el Ulises (1922) de James Joyce, y por eso es pertinente conocer las influencias del Quijote en el Ulises. Además contiene las siguientes Notas:
1) CERVANTES Y SU PROPUESTA DE NOVELA INTERIOR O PSICOLÓGICA
2) EL QUIJOTE NO ES UN LIBRO DE CABALLERÍAS
3) CERVANTES Y EL TEATRO COMPROMETIDO
4) CERVANTES CONTRA LA ESCLAVITUD
5) CERVANTES ¿REPUBLICANO IN PECTORE?
6) RESUELTO EL OSCURO EPISODIO DE TIRANTE EL BLANCO EN EL DONOSO ESCRUTINIO
7) CERVANTES Y LOPE DE VEGA: UNA RIVALIDAD ENTRE GIGANTES
8) CERVANTES, CON ARISTÓTELES Y CONTRA EL TEATRO DE LOPE DE VEGA
9) CERVANTES CON EL QUIJOTE CREÓ EL HÉROE CONTEMPORÁNEO
10) ULISES, EL HÉROE HOMÉRICO DESPLAZADO POR DON QUIJOTE, EL HÉROE CERVANTINO.
11) EL QUIJOTE EN DOS PELÍCULAS DEL SIGLO XXI: LA VIDA SECRETA DE WALTER MITTY Y JEAN-FRANCOIS Y EL SENTIDO DE LA VIDA
12) CERVANTES Y SU ESTRATEGIA CON LOS LIBROS DE CABALLERÍAS.
La vocación cervantista de Mario Raimundo Caimacán nos promete otros tres ensayos sobre Miguel de Cervantes: “Influencias de Cervantes y Otros Literatos Españoles de los Siglos de Oro en el Ulises de James Joyce”, “El Misterio Resuelto de las Novelas Ejemplares» y “El Quijote: Interpretación Auténtica y Significado”, que considera será monumental y su Obra Maestra.
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Lea un fragmento del ensayo:
INFLUENCIAS DEL QUIJOTE EN EL ULISES DE JAMES JOYCE
Cervantes, con El Quijote en 1605 creó la Novela Moderna Polifónica, y James Joyce con El Ulises en 1922, la renovó. Cervantes es el creador, Joyce el renovador. Dicho esto puede parecer innecesario señalar mayores influencias del Quijote en El Ulises de Joyce, sin olvidar que la novelística en lengua inglesa nació en el siglo XVII por influencias directas de Cervantes y El Quijote, que fueron admirados, imitados e inspiradores de los escritores de lengua inglesa de Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda (quienes declaraban textualmente en sus obras que éstas estaban “escritas a la manera de Cervantes”, se inspiraban en las aventuras quijotescas o imitaban los títulos o los nombres de los personajes cervantinos) desde el mismo siglo XVII hasta la actualidad y así continuará en el futuro, muchas veces con brillantes resultados y una que otra vez con resultados lamentables, como probó un escritor británico de las colonias, antes brillante y de cíclope obra, “cuyo nombre no quiero recordar”, con su mala imitación, malísima, deplorable, un menguado “Don Quijote made in USA».
Pasado un siglo de la publicación en 1922 del Ulises, la obra maestra del irlandés de lengua inglesa, James Joyce, resulta pertinente señalar algunas influencias muy directas del Quijote en su Ulises, recordar algunas enseñanzas del genial maestro Cervantes a su destacado discípulo James Joyce, porque existen pruebas irrefutables que Joyce leyó El Quijote, ya que en el propio texto de su magistral novela Ulises, en el Episodio 9, “Escila y Caribdis”, Joyce cita textualmente dos veces a “Don Quixote”, Don Quijote en inglés, una vez a “Sancho Panza” y una vez a “Dulcinea”… Por estas razones, muy escuetamente nombraré (su examen en detalle forma parte de un ensayo en preparación: “Influencias de Cervantes y otros Literatos Españoles de los Siglos de Oro en El Ulises de James Joyce”) solo veintinueve (29) influencias directas del Quijote en El Ulises:
1) El Ulises es una novela psicológica escrita por James Joyce conforme a las propuestas de Cervantes de Novela Interior o Psicológica (“…no solamente escribían sus hechos, sino que pintaban sus más mínimos pensamientos y niñerías, por más escondidas que fuesen…”, “…Pues en verdad que en solo manifestar mis pensamientos, mis suspiros mis lágrimas, mis buenos deseos y mis acometimientos pudiera hacer un volumen mayor, o tan grande, que el que pueden hacer todas las obras del Tostado…”) y “Escritura Desatada” (“…la escritura desatada de estos libros da lugar a que el autor pueda mostrarse épico, lírico, trágico, cómico, con todas aquellas partes que encierran en sí las dulcísimas y agradables ciencias de la poesía y de la oratoria: que la épica también puede escribirse en prosa como en verso…”), expuestas en El Quijote y raíces de la novela inglesa.
2) El Quijote es la Summa Literaria de su tiempo y así lo imitó James Joyce en su Ulises: Cervantes metió en El Quijote los principales géneros literarios vigentes en su época (esto explica sus novelas cortas interpoladas): Las novelas pastoril, sentimental, morisca, picaresca, bizantina, de aventuras, los discursos retóricos, los diálogos dramáticos, los libros de caballerías, la novela corta, la crítica literaria, la crítica teatral, la comedia, el teatro de títeres, la epístola, la poesía, los romances, el cuento, la fábula, los refranes populares, la hagiografía, etc.; así mismo, Joyce, imitando a Cervantes, metió en su Ulises los nuevos géneros literarios creados después de Cervantes: El ensayo, el guión cinematográfico, el reportaje periodístico, el lenguaje forense, el lenguaje noticioso de la prensa escrita, radial y cinematográfica, etc. (porque Joyce pensó que esas son las artes y los géneros literarios que están en más contacto con el hombre masa contemporáneo), creando una extraordinaria novela, El Ulises, que es compendio de la Literatura y la sociedad occidental del siglo XX, como El Quijote lo es de la Literatura y la sociedad occidental del siglo XVII.
3) El Quijote es una parodia burlesca de los Libros de Caballerías basada en el humor y la ironía, en la que Don Quijote parodia a los famosos Caballeros Andantes, y tiene como más importante modelo al Amadís de Gaula, y así lo imitó James Joyce en su Ulises, parodia burlesca de La Odisea en clave de humor e ironía, en la que Leopold Bloom es una parodia burlesca de Ulises, y su infiel esposa Molly Bloom es una parodia burlesca de la fiel Penélope homérica, esposa de Ulises y madre de Telémaco, que en la novela joyceana está simbolizado, también como parodia burlesca, por Stephen Dedalus.
4) El Quijote no necesitó manuales de lectura aunque le dio la idea a James Joyce de redactar manuales de lectura para facilitar la comprensión de su Ulises, obra embigarrada y pensada para lectores de amplia cultura; y Joyce, quien redactó un “sumario-clave-esqueleto-esquema”, un croquis con sus referencias homéricas, las relaciones de imitación paródica con La Odisea y las correspondencias y técnicas narrativas aplicadas en cada episodio, contó desde su publicación con dos manuales redactados por sus admiradores y colaboradores en la tarea de facilitar la difusión y comprensión de su compleja novela: El manual de Stuart Gilbert y el manual de Herbert Gorman. Y la idea, el regreso a los antiguos manuales de lectura, ya en desuso, la leyó Joyce en El Quijote de 1615…
5) El Quijote es fruto de la capacidad de Cervantes para experimentar en la Literatura (escritura desatada y mezcla de géneros literarios) y así lo imitó James Joyce en su Ulises, que experimentó con el uso más extendido del monólogo interior como recurso narrativo y la inclusión en su novela de los nuevos géneros literarios creados después de la muerte de Cervantes, del espíritu e influencias de otras bellas artes como la música y la pintura, y de los nuevos conocimientos científicos y tecnológicos surgidos durante el siglo XIX y primeras dos décadas del siglo XX, como la Radio, el Cine, el Psicoanálisis, el Periodismo, la Lingüística, las Neurociencias, la Medicina (Joyce fue estudiante en París y la abandonó), etc.
6) El Quijote es una Novela de Tesis, de tesis filosóficas y teológicas erasmistas del Humanismo Cristiano, sobre la religiosidad interior, la libertad de conciencia, la tolerancia religiosa y el regreso al Cristianismo Primitivo, escrita por Cervantes como una expresión de fe en Dios y esperanza en la Humanidad, cuyo mayor símbolo es Don Quijote, un perfecto Caballero Cristiano al estilo de Erasmo… Y James Joyce imitó a Cervantes escribiendo una Novela de Tesis filosóficas… en las que la religión tiene un lugar importante, aunque la escribió desde sus convicciones ateas y para exponer la grave crisis religiosa, la generalizada y profunda crisis de fe que vive el hombre contemporáneo… James Joyce no escribió su novela para promover ninguna religión o al Cristianismo o parcialidad cristiana, al contrario, escribió su Ulises para promover sus ideas ateas (como Nietzsche y antes Epicuro, los Escépticos de la Antigüedad Griega y Sigmund Freud, quien sostenía que la experiencia religiosa es expresión supersticiosa, neurótica o un desequilibrio psíquico y en su ensayo «El Futuro de la Ilusion» escribió que “la religión es fantasía sin futuro”)…
7) El Quijote es una obra subversiva que condenó y atacó al orden establecido en su tiempo, al Antigüo Régimen (a la Iglesia -en especial a la Inquisición y a la Religión de Estado- a la Monarquía Absoluta, a la esclavitud, a la explotación y a la opresión), promoviendo la Libertad, la Igualdad, la Justicia y la República, y así lo imitó James Joyce en su Ulises, atacando a todo el orden establecido, desde sus mismos cimientos políticos, religiosos, económicos, sociales, culturales, morales y estéticos, basado en el respeto y conservación del Estado, la Religión, la Familia, el Matrimonio, el Nacionalismo y la Propiedad, valores que son fieramente atacados, burlados, ridiculizados y abolidos en la cruda sátira repleta de simbolismos que es El Ulises, un ataque despiadado de James Joyce (ya ateo, aunque formado como católico por su familia y los colegios jesuitas de la muy católica Irlanda, de mayoría católica y minorías protestantes), contra los Papas y el Catolicismo, contra todo el Cristianismo y la cultura judeocristiana que predomina en Occidente desde que Roma adoptó el Cristianismo como Religión de Estado en el siglo IV: Leopold Bloom, símbolo del hombre de cultura judeocristiana y némesis del pagano Ulises homérico, es un hombre común con raíces judías y cristianas, protestantes y católicas (igual que Molly Bloom y Stephen Dedalus), que vive en un mundo común, su conducta nunca es heroica, no cree en nacionalismos y es un resignado cornudo sin dignidad que tolera las infidelidades de su esposa Molly Bloom…»
Sostiene Caimacán que el personaje «Molly Bloom» de la novela «Ulises» del famoso novelista irlandés James Joyce, no solo está inspirado en la legendaria y «dulce» «Molly Malone» de la tradición dublinesa, también en las protagonistas de las novelas picarescas «Moll Flanders» (1722) del inglés Daniel Defoe y «La pícara Justina» (1605) del español Francisco López de Úbeda, sin olvidar que en La Odisea de Homero «molly» es «la droga de la felicidad» que usa, y da a sus contertulios, Helena, Reina de Esparta y la mujer más bella del mundo, cuya fuga con el Príncipe Paris desencadenó la Guerra de Troya, para combatir la tristeza y el llanto por los muertos y ausentes víctimas de dicha guerra, cuando recibe, junto a Menelao, a Telémaco y sus acompañantes en su periplo para tener noticias de Ulises, su padre ausente. Todo esto lo explica Mario Raimundo Caimacán en su excelente ensayo que prueba las grandes influencias de Cervantes y otros escritores de los Siglos de Oro en el Ulises de James Joyce, como el precitado Francisco López de Úbeda, Quevedo, Góngora, Joanot Martorell, entre otros, porque, sostiene Mario Raimundo Caimacán, James Joyce es fruto exitoso de la tradición literaria española, que tanto lo influyó y que estudió en profundidad durante su educación por los jesuitas en Irlanda. No olvidemos que esa orden religiosa católica fue fundada por un español: Ignacio de Loyola, elevado a Santo por un Papa. Éste es el gran secreto de James Joyce, «que tendría ocupado a los críticos literarios por trescientos años…», aunque el secreto solo duró cien años.
Lea el ensayo del hispanoamericano Mario Raimundo Caimacán.
«12 RELATOS FANTÁSTICOS”
(DE MARIO RAIMUNDO CAIMACÁN)
Esta colección de doce relatos fantásticos reúne unas narraciones tradicionales alejadas de los experimentos literarios, narraciones que reflejan dos líneas temáticas fundamentales:
1) La destrucción del medio ambiente por la irracional, egoísta, desorganizada e irresponsable Humanidad; y
2) Las taras, los males, las carencias cognitivas y las contradicciones que afectan a la Humanidad, que determinan las precariedades e injusticias padecidas por gran parte de las sociedades humanas: Guerras, genocidios, matanzas, esclavitud y explotación, racismo, opresión, ignorancia, oscurantismo, fanatismos políticos y religiosos, dictaduras y tiranías.
Mario Raimundo Caimacán no tiene una visión optimista de la Humanidad, por su historia desesperanzadora de guerras, genocidios, matanzas, esclavitud y demás terribles tragedias, incluida la discriminación contra niñas y mujeres, la mejor mitad de la Humanidad; una Humanidad que en casi 10 mil años de Historia y Pre-Historia conocidas, abolió la esclavitud legal (la suma de todos los crímenes) apenas en el siglo XIX, hace 100 años redondos, y gracias, mayoritariamente, al uso masivo de la máquina de vapor, la Gran Libertadora de los esclavos.
Ésta visión pesimista hace que vea a la Humanidad como una especie irracional, egoísta y violenta, que en sus relatos fantásticos, algunos que pueden catalogarse como de ciencia-ficción, excluye la posibilidad de ser considerada nuestra especie como “vida inteligente”, y en algunos relatos, de existir “extraterrestres” (distintos a muchos de los numerosos dioses de las distintas religiones), éstos seguramente nos verían como una peligrosísima peste que intentarían evitar y hasta serían capaces de erradicarnos para apoderarse de nuestro hermoso planeta, al que nosotros nos empeñamos en destruir en expresión de nuestra suicida irracionalidad.
Estos son los títulos de los 12 relatos que forman una especie de rompecabezas inconcluso de la complejidad de nuestro pasado y nuestro presente, y tienen en común la presencia de lo fantástico, que se desarrollan en la geografía humana hispánica y reflejan nuestro caótico mundo:
1) Mario y La Cervantista.
2) Don Quijote contra los modernos Endriagos.
3) El Piadoso.
4) El Prisionero de “La Raza Superior”.
5) Las Piedras Sagradas.
6) Una Catira de Otro Mundo.
7) Un Hombre Común.
8) Sun Tzu y El Ajedrecista.
9) La Confesión.
10) Blancanieves va al Psicoanalista.
11) Einstein y los Sueños de Ashido Tanaka.
12) El Informe.
«12 Relatos Fantásticos» está a la venta en Amazon y es la ópera prima narrativa del hispanoamericano Mario Raimundo Caimacán, publicada en el 2023.
!Leerla vale la pena!
«POEMAS DE UN MUNDO SALVAJE” (2023)
Este Poemario reúne algunos versos que Mario Raimundo Caimacán escribió integrados a sus obras narrativas y ensayos, porque no se considera poeta, solo se atreve a escribir sus versos cumpliendo la tradición histórica de los escritores costromeros, aficionados a insertar poemas en sus narraciones conforme a la herencia cervantina. Caimacán lo hace hasta en sus ensayos y así se gestó “Poemas de un Mundo Salvaje”, y su audacia la facilita el moderno verso libre, la democrática invención de la vanguardia poética de finales del siglo XIX. Estos sencillos versos sin pretensiones de trascendencia no tienen otro valor que reflejar la actual época de mengua que vive Hispanoamérica y la eterna barbarie que aún sufre la Humanidad, sus atavismos y taras morales, por eso abundan las referencias y condenas a las dictaduras y tiranías, a las guerras, a los fanatismos políticos, religiosos y raciales, a la pobreza, a la discriminación contra las mujeres, la opresión y las miserias que esclavizan a gran parte de la Humanidad, porque vivimos en un mundo salvaje y los niveles de salvajismo aumentan o disminuyen en la amplia geografía humana ¿La cultísima Europa no engendró los criminales Totalitarismos Comunista, Fascista y Nazi, que aún tienen irracionales seguidores? ¿La discriminación contra las mujeres, la mejor mitad de la Humanidad, no es un terrible mal generalizado? ¿La ambición de dictadores y camarillas políticas no son los culpables de tantos crímenes y del atraso y la miseria de tantos países de América Latina, Asia y África? ¿Estados Unidos de América no reitera con alarmante frecuencia su atávico racismo cada vez que un inocente hombre negro o hispano muere por la brutalidad policial perpetrada por homicidas amparados en sus uniformes? ¿Y cuántos negros, judíos, turcos, árabes y otros miembros de minorías étnicas o religiosas son agredidos verbal o físicamente en la blanca Europa con pasmosa frecuencia? ¿Y los fanatismos religiosos y el delirante racismo, no son los causantes de tantas matanzas en todo el ancho mundo? ¿El Terrorismo y los Genocidios no se alimentan de los fanatismos religiosos, el racismo y el extremismo político? Apenas a finales del siglo XIX se declaró ilegal la esclavitud, suma de todos los crímenes, generalizada “institución” en la mayoría de las sociedades humanas, derrotada por la máquina de vapor, ¿Y soberbios, nos creemos muy civilizados? Ahora campea victoriosa “la Esclavitud Moderna” y las guerras, las matanzas y genocidios son el pan de cada día. La criminal discriminación contra las mujeres persiste y muchos ignorantes pretenden justificarla en tradiciones religiosas o culturales. El racismo y la explotación infantil también persisten, son terribles males que aún no logramos extirpar. Aún somos una especie salvaje y egoísta, violenta y peligrosamente homicida. Y nuestro deplorable salvajismo, nuestra criminal barbarie, la constatamos al leer, escuchar o ver las noticias.
Este Poemario contiene los siguientes poemas:
1. Caín contra Ucrania y la Humanidad
2. Rogatoria ante la Gripe China
3. Estas Tierras que son España
4. Oración por los Presos Inocentes
5. A Cervantes Inmortal
6. A Santiago, Patrono de España
7. Guernica, 1937
8. Elegía a Miguel Hernández
9. El Arado de Aquiles
10. Elogio a Tersites
11. El Entrenamiento
12. El Llanto de Willy Brandt
13. Pequeña Oración a la Virgen
14. Pulla contra los Tinterillos
15. De Héroe a Tirano
16. Matemos al Cíclope
17. Regreso a la Barbarie
18. Insensatos
19. El Pan de los Esclavos
20. Costromo Encadenado
21. No Soy Poeta
22. Poema de Amor a Carolina K
23. Lamento por el Asesinato de una Mujer Persa
24. Plegaria al Dios Ausente
“Poemas de un Mundo Salvaje” está a la venta en AMAZON
«DON QUIJOTE CONTRA LOS MODERNOS ENDRIAGOS»
(Relato de Mario Raimundo Caimacán, publicado en 2023 en «12 Relatos Fantásticos», disponible en Amazon)
Después de abandonar el Palacio de los Duques y reunirse con su espabilado escudero Sancho Panza, el Caballero de la Triste Figura decidió que fuera Rocinante, como al principio, quien decidiera el rumbo, y quiso Dios, el azar, el destino o el deseo del noble animal, que hombres y bestias tomaran el camino que conduce al Peñón de Gibraltar. Entonces Sancho recordó un extraño sueño y le comentó a Don Quijote:
-Mi Señor, hace unas noches, aún en tierras del Reino de Aragón, soñé la cosa más extraña que pueda soñarse… que los herejes ingleses estaban apoderados del Peñón de Gibraltar y decían que era parte de la Inglaterra.
Echóse a reír a carcajadas Don Quijote y le dijo, después de un rato:
-Solo a vos, que no tenéis ni una pizca de sal en la mollera, puede ocurrirle soñar tan grande disparate, Sancho. Para que tal imposible aconteciere, sería preciso primero, que no existiera ni un solo Caballero Andante en toda España, que se secara toda la Mar Océana y los hombres volaran como pájaros. Y os aconsejo Sancho, no repitáis a nadie tal sueño de locura y desvarío, porque podría acontecer que os tomaran por loco, pues es propio de locos decir, hacer y soñar locuras. Y continuaron cabalgando, aunque Sancho quedó cabizbajo y entre sí pensó que no oyó nunca de alguien que pudiera soñar a voluntad y siempre había creído que los sueños eran tan libres como el viento.
Avanzaban con calma, libres de toda prisa, cuando divisaron la costa mediterránea, ya en Andalucía, y sufrieron una especie de tormenta de arena, mezclada en fuertes vientos con lluvia y salpicada de aguas marinas con abundantes rayos y truenos, que asustaron a bestias y hombres. Al cesar el extraño y rápido fenómeno, y disiparse la húmeda nube de polvo y arena, se hizo visible para nuestros atemorizados caballero y escudero, un extraño enjambre de peregrinos del mar, que descendían con premura de varias embarcaciones atestadas y en peligro de zozobrar. Por la nocturnidad, aunque bastante atenuada por la luna llena, no podían apreciar aún con precisión la identidad de la extraña y alegre multitud, que gritaba feliz de tocar tierra, se ponía de rodillas y la besaba o dirigía sus brazos y plegarias al cielo, en señal de gratitud por haber escapado de un eventual y mortal naufragio. Hacia ellos se dirigió nuestra andante pareja, cuando Sancho gritó más acobardado y sobresaltado que minutos antes, al ver los terribles rayos y escuchar los ensordecedores truenos:
-¡Nos invaden los muslimes de toda alianza, mi señor Don Quijote! ¡Debemos correr a dar aviso a los oficiales del Rey, para llamar al arma a todos los cristianos de ésta comarca y de toda España, que parece que ésta gente de guerra es parte de una avanzada de un grande ejército enemigo, mí señor!- exclamó alarmado.
-¡No seáis tan apocado Sancho, que gente de guerra no es! ¡Y de serlo mi fuerte brazo bastaría para ponerles en fuga o hacerles morder el polvo de la derrota, aunque se tratase de un ejército más grande que el ejército que trajo Aníbal de Cartago, pero no es así, temeroso Sancho!- replicó enérgico Don Quijote- ¿Acaso no véis las muchas mujeres y niños que forman la mitad o más de la multitud que os espanta? Son tristes reliquias de alguna ciudad destruida en guerra, como Troya por los fieros griegos, o víctimas de algún terrible endriago aliado de algún malvado mago encantador.
-Sea como sea, mi señor, lo prudente es regresar a dar aviso, que esa es mucha gente y no sabemos de cierto quiénes son, de dónde vienen y qué buscan aquí, que no son cristianos y eso es evidente por sus vestidos y colores, que allí, más que moros, aceitunados y cobrizos, veo muchos negros- acotó Sancho.
-Moros, negros, tártaros o quien quiera sean ellos Sancho, son hombres y por esto nuestros hermanos en Dios, y Dios no hace distinciones y por esto nadie debe hacerlas, que todos los hombres fuimos creados por Dios a su imagen y semejanza, y por esto Sancho, los sabios del mundo saben que Dios es de todos los colores y habla todas las lenguas- explicó con sencillez Don Quijote.
-Y a las mujeres también las hizo Dios, de una costilla de Adán y por eso deben eterna obediencia a los hombres, como bien recuerdo dice el cura del pueblo- dijo Sancho, presuntuoso de su buena memoria y sus saberes.
-¡No seáis mentecato Sancho! ¡Y ya no digáis más disparates! ¿No entendéis que Dios habla en parábolas? La costilla de Adán significa que todo hombre está incompleto sin una mujer, no que la mujer sea cosa que pertenezca a un hombre o le deba servil obediencia, que Dios creó a hombres y mujeres libres e iguales en derechos, como hijos de Dios que son y siempre han sido ¿O ignoráis que Doña Isabel de Castilla fue nuestra Reina Católica y la Marquesa Doña Isabel Barreto, Adelantada y Descubridora de las Islas Marquesas en el Océano Pacífico, fue nuestra primera Almirante?- le corrigió Don Quijote.
-Lo ignoraba mi señor, como ignoro leer y escribir. Aunque bien podría Dios dejarse de peróbalas y hablar claro y seco, que al pan pan y al vino vino, y así sería todo más sencillo y nos evitaríamos pendencias, que no entiendo las ganas de complicarlo todo y mire como estamos- dijo rezongando el regañado Sancho.
-Dices bien Sancho y tan pronto pueda le diré vuestras recomendaciones al mismo Papa que está en Roma- le respondió festivo Don Quijote- Ahora acerquémonos a éstas gentes por si necesitan mi defensa y auxilio.
Dicho esto apresuraron el paso y pronto se encontraron frente a una multitud de casi medio millar de asombrados migrantes en busca de vida y asilo en España o en cualquier otra nación de Europa. Llegaban desde África, Asia y América Latina. Eran latinoamericanos, árabes, negros, beduinos y gentes de otros muchos lugares; hombres, mujeres y niños de distintos países, colores, idiomas y religiones, con la común esperanza de salvar sus vidas y tener un futuro en una sociedad civilizada, democrática y respetuosa de los Derechos Humanos. Huían de guerras, matanzas, esclavitud, hambrunas, violencias, discriminación, o de crueles Dictaduras de tiranuelos o fanáticos políticos o religiosos. Eran emigrantes en éxodo en el siglo 21, quienes se encontraron súbitamente con un fantástico Caballero Andante del siglo 17 y su escudero, y cuya mayor preocupación era no ser denunciados ante la policía migratoria. Muchos no hablaban español aunque casi todos sabían quiénes eran Don Quijote y Sancho Panza. Los hispanoamericanos eran, paradójicamente, quienes menos entendían lo que sucedía. Mal momento para aparecerse dos actores o dos locos disfrazados de Don Quijote y Sancho, pensaron muchos.
Don Quijote preguntó a varios de los hispanohablantes y sacó en limpio que eran extranjeros en busca de refugio, a excepción de los muchos cristianos de las Indias, súbditos del Rey con plenos derechos a mudarse y vivir en España por ser también españoles, aunque todos temían a la Santa Hermandad y a los Ejércitos del Rey, pero más temían a los pavorosos endriagos y diabólicos encantadores de quienes huían, dejando atrás sus casas, bienes y querencias, raíces, tierras, ríos, mares, cielos y amigos; sus patrias arrebatadas por tan maléficos seres infernales. Creyó Don Quijote necesario desfacer tales tuertos, más que en partes de las Indias existían diabólicos endriagos y magos encantadores usurpando el Real Gobierno, y se dirigió a la multitud expectante desde la altura de su propia cabalgadura, desde la silla de su flaco Rocinante, y con voz grave, bien timbrada y sonora, les dirigió éste corto discurso:
“Pobres buenas gentes llegadas de la mar en busca de refugio y cobijo: Yo soy El Caballero de los Leones, Don Quijote de La Mancha, Caballero Andante y Paladín de España y en su nombre y en nombre de mi Señora Dulcinea del Toboso, os doy la bienvenida a éstas tierras que son España y os concedo asilo, protección y auxilio. Os doy fraternal y completo refugio. No tengáis miedo de la Santa Hermandad ni de los Ejércitos del Rey, que vosotros llamáis Migración, Policía, Guardia Civil o como queráis llamar a quienes sirven a la Corona, que mis fueros y facultades de Caballero Andante me autorizan a daros mí protección y nuestro Rey así lo ampara y amparará en virtud de las Sagradas Leyes de la Caballería Andante. Mi protección la extiendo a todos vosotros, hombres, mujeres y niños, de toda edad, color y condición, seáis creyentes de Dios único y verdadero o aún viváis en el error, es decir, seáis cristianos, judíos, musulmanes o paganos de las Indias o del África o de la Tartaria, de Trapisonda, la Cólquida, la China, las Antípodas o de cualquiera otra región del mundo, que todos somos hijos de Dios y es mi deber de Caballero Andante cumplir con sus mandatos de Justicia Divina sobre cualquier ley solamente humana, por tanto, de ahora en adelante todos sóis libres e iguales sin importar sí en vuestros reinos de origen eráis esclavos o siervos. Y como es necesario acabar con el mal en su nido, viendo que sóis gente débil, pacífica e indefensa, y merecéis mi protección por muy sufrida, cumpliendo con mis deberes de Caballero Andante, de proteger y dar amparo a los débiles, viudas, huérfanos, mujeres, niños y ancianos, a los hambrientos, menesterosos, esclavizados, oprimidos y a los injustamente perseguidos, os manifiesto mí resolución inquebrantable de viajar a cada uno de los reinos extranjeros de donde provenís y a los Reinos de las Indias afectados, que son parte de la Corona de España y los indianos que hay entre vosotros sóis por tanto españoles y no extranjeros y estáis aquí en casa propia; para, con mi fuerte brazo y mi espada irrefutable, acabar con la caterva de endemoniados endriagos, malignos magos encantadores, de crueles bellacos, jayanes y malandrines que usurpan vuestros desdichados reinos y repúblicas, conforme a las noticias que vosotros mismos me habéis comunicado. Extirparé con el acero toledano de mis invencibles lanza y mortal espada, a los infernales endriagos, soberbios jayanes y maléficos encantadores que ejercen tan infames yugos con títulos de Dictadores, Líderes Supremos, Presidentes, Primeros Ministros, Premieres, Secretarios del Partido, Caudillos, Caciques, Gamonales, Caimacanes, sean eternos, vitalicios, perpetuos, provisionales o temporales, o como quieran llamarse, apodarse o mentarse los monstruosos bellacos, malandrines y canallas. Nada podrán en mi contra los viles delincuentes, asoladores de campos y ciudades, que llamáis ladrones del Tesoro Público, ni los esbirros, mercenarios y verdugos disfrazados de jueces, policías o soldados, ni los asesinos, torturadores, charlatanes y demagogos. Mi afilada y templada espada dará cuenta de todos ellos, aunque fueran más temibles y perversos que los Treinta Tiranos de Atenas y dieran uso, los felones, de sus armas, artimañas, trampas, engaños y patrañas. No dejaré títere con cabeza y allí está Maese Pedro como testigo verdadero de mi constante conducta. Cuando vuestros reinos o repúblicas estén libres de la oprobiosa y ruin canalla y muertos los abominables tiranos y castigados sus viles secuaces, vosotros decidiréis sí regresaréis o no a la tierra de vuestros padres o adoptaréis una nueva patria para vosotros y vuestros hijos. Solo os pido a cambio de ésta portentosa hazaña que doy por hecha y cumplida, que en la primera oportunidad que se os presente, satisfechas vuestras necesidades de pan, techo y abrigo, os presentéis ante mi Señora Dulcinea del Toboso y le agradezcáis el bien que hoy os hago en su bello nombre y en honor de España y le informéis de mi temporal ausencia. Y siendo hoy martes y partiendo ahora mismo por la misma mar que os trajo a vosotros a España, que os recibe con fraternidad cristiana y como legítimos hijos a quienes sóis indianos, que es decir españoles de las Indias de la Mar Océana, éste domingo os pido dirijáis una plegaria en mí nombre al Altísimo, a Dios Todopoderoso, quien es sólo uno sin importar como lo nombréis, para que me conceda la victoria sobre cada uno de los fementidos bellacos que mandaré de regreso al infierno o me conceda digna muerte en batalla, porque escrito está que regresaré triunfante con mi espada invicta, implacable y justiciera o mi sepultura estará en las Indias españolas o en tierra extranjera».
Todos los emigrados lo miraban con curiosidad y asombro y guardaron silencio ante la solemnidad de sus palabras, incluso quienes no hablaban español, porque sintieron la embargante emoción del momento, menos Sancho, quien ansioso y preocupado preguntó:
-¿Y yo, mi Señor Don Quijote, debo ir también en ese largo y peligroso viaje a tierras desconocidas y contra tantos enemigos malvados y poderosos?
-Los Caballeros Andantes batallamos, no contamos a los enemigos, Sancho. Yo enfrentaré todos los peligros, cualesquiera sean éstos. Y vos sólo cargaréis mi escudo y mis armas cuando fuere menester- le respondió impasible Don Quijote.
-¡Pero mi Señor, con tantos enemigos es ir a una muerte segura!- replicó Sancho.
-¡Segura no, casi segura, y por la diferencia me doy por vencedor!- dijo aún impasible Don Quijote. Y agregó:
-Sancho, cuando la gravedad del mal nos impone luchar, no importa vivir o morir, lo importante es luchar, y yo debo luchar por ellos, porque soy fuerte, valeroso, diestro en las armas y aguerrido y entra en mis deberes de Caballero Andante. Y ellos son muy débiles y no pueden aplicar el justo remedio, o no saben que ante tales monstruos el mejor remedio es la implacable espada. Y los bellacos, además, están mancillando en las Indias las glorias de España. Aunque debo reconocer Sancho, que cuento con todas las ventajas y venceré de seguro, porque tengo fe en Dios, la causa es justa y mi señora Dulcinea del Toboso me inspira y hace invencible mi brazo. En todo caso Sancho, morir nos toca a todos- agregó Don Quijote y marchó impertérrito a embarcarse con Rocinante y sus armas en una de las frágiles y extrañas embarcaciones que trajeron a los migrantes. Sancho dejó de pensar y lo siguió, porque no podía dejarlo partir sólo. Además, en caso necesario, se aseguraría que Don Quijote, quien tanto ama a España, tenga sepultura en su sagrado suelo, o serían dos los sepulcros en tierra extranjera. Y mientras surcaba las olas la embarcación que abordaron caballero y escudero, una gruesa bruma los cubrió y se desvaneció con todos sus ocupantes, hombres y bestias, y todo aconteció en pocos segundos, ante los ojos desmesurados de todos los cientos que en la playa estaban. Los emigrados que no hablaban español observaron la escena atónitos, estupefactos. Los que hablaban la lengua de Cervantes miraron maravillados y se preguntaron, desconcertados, cómo fue posible que dos grandes personajes literarios del siglo 17 creados por el genial Miguel de Cervantes y protagonistas de la mejor novela del mundo, los recibieran en una playa de España en una noche ignota del siglo 21, después de una larga, precaria, clandestina y peligrosa travesía. Y después desaparecieron como por arte de encantadores.
(Autor: Mario Raimundo Caimacán)
Mario Raimundo Caimacán: Hace muchos años, cuando cumplí doce años de edad, mi abuelo, allá en la Villa del Rosario de Mataztlán, en Costromo, me regaló un ejemplar del Quijote (las dos novelas geniales de Miguel de Cervantes: El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, 1605, y El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha, 1615, publicadas en un mismo volumen) y desde entonces disfruto su lectura. Tengo años visitándolo, explorándolo, estudiándolo, conociéndolo, reflexionando sobre El Quijote y éste cuento, «Don Quijote contra los Modernos Endriagos», que forma parte de mi libro «12 Relatos Fantásticos», que publiqué en el año 2023 (disponible en Amazon), es fruto de esas lecturas y de mis años. El relato toca un tema de actualidad (en ésto está inscrito también en la tradición cervantista, porque en El Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha su genial autor escribió sobre la expulsión de los moriscos de 1609 y los bandoleros que existían en Cataluña en su época) como es el fenómeno de las migraciones masivas a Europa y Estados Unidos de millones de personas que huyen de la miseria y el hambre o de terribles dictaduras o de guerras y otros flagelos que azotan sus desdichadas patrias, e imaginé qué haría Don Quijote, El Caballero de la Triste Figura y Caballero de los Leones, el imaginario y mejor Caballero Andante de España y del mundo, con su corazón de oro, y escribí éste cuento, y espero que muchas personas puedan leerlo en éstos tiempos duros olvidados de Dios y con tan poca solidaridad humana. Y espero que esa deseada lectura pueda ser útil, que cumpla con las dos aspiraciones de la lectura perfecta según Cervantes: Entretener y educar. Pienso que Don Quijote es radical en algunos temas, que busca la raíz de las cosas, y en el tema de las migraciones masivas, de los éxodos del hambre o por la libertad, sería justicieramente radical. Por ésta convicción escribí «Don Quijote contra los Modernos Endriagos» y espero que puedan leerlo todos (para ésto estoy remitiendo su texto, para su publicación gratuita, a revistas literarias, publicaciones culturales, diarios, bibliotecas virtuales, asociaciones de cervantistas e hispanistas y muchos otros medios de comunicación en la Internet), no solo quienes tenemos la fortuna de hablar la lengua de Cervantes, y por ésto lo estoy traduciendo, además de al inglés y al italiano («12 Relatos Fantásticos» está disponible en éstos dos idiomas en Amazon), al catalán, al gallego, al euskera, al portugués al filipino, al francés, al alemán, al griego y al latín, a ver sí también lo leen en El Vaticano, y más aún, tantos frailes, misioneros y curas de almas regados por el mundo dedicados al voluntariado en favor de los pobres y desamparados. Quiera Dios que también lo lean los gobernantes y poderosos, y que -Dios, la Virgen y el Quijote mediante- les toque el entendimiento, porque ésta terrible tragedia humana ya debió tocarles el corazón (cuando lo tienen).