Compartimos un adelanto de un libro, en proceso, de Luis Othoniel Rosa, director de la revista El Roommate. Ilustración de Mariano Lucano.
Jódete
Valoras tu vida
demasiado.
Nos da vergüenza ajena.
Nos aburre tu búsqueda de salud,
de felicidá.
Jódete
de vez en cuando.
Cobarde, cagao.
Hay tanta vida
que vale más que la tuya.
La ves todos los días,
enredándose en cualquier
árbol
Nuestros Enemigos
Y nos vamos diciendo
(en tardes cada vez más silenciosas:)
que llegamos al mundo,
(que eso es todo).
Sólo le decimos al mundo
que rasguee sus sentidos,
(que nos dé un lenguaje de voces calladas).
Renunciamos al legado de sus ficciones,
no queremos limosnas de herencia gastada,
y eso es todo,
(algunos nos dicen que es demasiado).
No hay vuelta atrás para nosotres.
Pensamos todo el tiempo en lo que hemos perdido
(no perdonamos nada).
(pero sabemos que llegamos para quedarnos).
Somos ya como el viento o la marea.
Somos la fuerza que le da forma al monolito.
Nuestros enemigos ¿con qué convicción resistirán?
Pájaros
¿No te jode saber que
las inteligencias del futuro
serán radicalmente diferentes
a la tuya?
¿No te quita el sueño?
Caminamos la arena
de una noche con luna y salitre.
Los hongos alucinógenos
aún no han pegado.
Te acabo de pagar la fianza.
En un par de días tendremos
que comparecer ante un juez canguro
y te condenarán a 3 años de cárcel
porque la organización de los
humanos en este siglo es una mierda
Comienzo a sentir los hongos, te digo.
Se te caen las lágrimas. Estás sonriendo.
Las inteligencias del futuro serán pluricorporales,
me dices,
en la larga noche negra se acurrucarán felices
con sus bestias
cantándoles nanas de otros tiempos,
de mundos de jaulas que nosotres convertimos
en pájaros.
Sí, es verdad.
Pero te digo que sí
porque te hace falta.
La verdad que no te digo
es que también imagino
a las inteligencias del futuro
como un mundo terrible de jaulas
donde ya no quedan pájaros.
Pasamos la noche en libertad,
con olas y vientos lácteos
en silencio,
¿Verdad que seremos anarquistas?, me preguntas,
en los futuros, digo.
¿Verdad que seremos Anarkía?
Sí, vuelvo a contestarte.
Pírrico
Mejor deja que el libro que escribes te derrote.
¿Por qué te revientas por esa victoria pírrica?
Lo que estás tratando de vencer no es tu rival;
es tu compañero.
Deja que el libro que te escribe te derrote.
Acéptalo suavemente hasta la última noche.
En la última mañana se sabrá que sólo
los perdedores aprenden a ser valientes.