En acuerdo con la luz

Acerca del libro Driftwood, de Marcelo Rizzi (Barnacle, 2020)

Driftwood: madera flotante, madera a la deriva, a la acción de los vientos, madera para una orilla, quién lo sabe. Ese es el título, se escribe en otro idioma que no es el del texto; porta desde el vamos la marca de la extranjería, del queda lejos, del extrañamiento. “Las casualidades nos empujan a diestra y siniestra, y con ellas construimos nuestro destino, porque somos nosotros quienes lo trenzamos como tal” planteó Lacan en alguna de sus conferencias. La trama de sentido a la que somos forzados se arma a partir del azar. Lo que se nos impone como necesario y fijo, como un “ya estaba escrito”, no es más que el oleaje de lo azaroso que ha ido golpeando en la existencia y dejando su marca en la repetición del golpe. Driftwood: trabajo del tiempo y de las aguas sobre lo que podría haberse mantenido en el curso “natural” de ser un árbol, pero no. Y nosotros, como mortales hablantes que somos, hemos perdido ese curso para siempre. Y aunque en el correr de nuestros días tratemos de no pensar demasiado en ello sino más bien olvidarlo, Driftwood -me refiero al libro de Marcelo Rizzi y su lectura- se encargará de recordárnoslo, una y otra vez. Sin tregua pero con la música de un lenguaje resplandeciente que amortigua el sobresalto, las palabras se van enhebrando de manera tan sorprendente, tan afinadas resultan para entonar la música del azar que no pueden llevarnos a otro lugar que no sea el de una incertidumbre radical en la que todo tiende a quedar en cuestión.

Ya los surrealistas se habían servido de las yuxtaposiciones fortuitas de imágenes para eludir el control estandarizador de la razón, pero cuando este juego de yuxtaposiciones y encuentros aleatorios se produce siguiendo el hilo de una argumentación lógica que se presenta como fundamentada desde algún lugar ignoto, desplegando aseveraciones desde un supuesto saber o apelando al modo imperativo sin dar referencias a sustentación de autoridad alguna, irremediablemente no queda otra cosa que desembocar en la pregunta por la tanza  que sostiene las palabras, las imágenes, los pensamientos, el mundo y sus alrededores también.

A veces ocurre que cuando se juega a fondo, llega un punto en que el juego deja de ser un juego. Éste es el caso. Quienes vayamos tras los fulgurantes juegos del pensamiento y del lenguaje desplegados en la escritura de Marcelo Rizzi puede que en algún punto nos topemos con la experiencia conmocionante de la imposibilidad de atravesar un límite: el lenguaje es un muro; su materialidad nos aloja, su materialidad nos tiene ahí.  A cambio, recibiremos el don: “horas en que el reflejo es un regalo distraído del objeto en acuerdo con la luz”.

 

Hagamos como si estuviéramos ausentes,

o semidormidos, soñemos que tenemos una

daga entre los dientes. Al ser nosotros el ser

mismo de todo vestigio, formular la doble

pregunta una vez más: ¿quiénes son ustedes

y a qué mundo han venido? Toda lengua debe

ser soberana, hablarla un dilema, sus frutos

siempre algo desconocido.

 

 

Acerca de Marcelo Rizzi (Rosario, 1961)

Estudió Historia y Filosofía en la Universidad Nacional de Rosario.

Es poeta, traductor y diseñador gráfico. Ha sido traducido al inglés y al italiano.

Le fueron publicados poemas en revistas de España, Inglaterra, Chile y México. Recibió el Segundo Premio del Concurso Felipe Aldana de la Editorial Municipal de Rosario, en 2007.

Publicó: Driftwood (Barnacle, 2020), Los saberes esenciales (En Danza, 2019), El libro de los helechos (Barnacle, 2018), La destrucción (poesíaargentina.com, 2014), La isla de los perros (Alción, 2009), Casa incompleta (Editorial Municipal de Rosario, 2007), Sinopie (Melusina, 2003) y El comienzo oblicuo de todo desorden (Debolsillo, Barcelona, 2001).

 

 

Escribe Raquel Jaduszliwer

Raquel Jaduszliwer (San Fernando, Pcia de Buenos Aires). Es licenciada en psicología, se dedica a la clínica y reside en CABA. Libros publicados: en poesía: Los panes y los peces (Bs. As. 2012, Primer Premio Ed. De Los Cuatro Vientos); La noche con su lámpara (Bs. As. 2014, Primer Premio Fundación Victoria Ocampo); Persistencia de lo imposible (Bs. As. 2015 Premio Edición Ed. Ruinas Circulares); Las razones del tiempo (Bs. As. 2018 Ed. Lisboa); En el bosque (Bs. As. 2018, Ed. Modesto Rimba). Ángel de la enunciación (Bs. As. Ed. Barnacle 2020). Poemas suyos aparecen en diversas antologías y publicaciones virtuales. En narrativa: La venganza del clan de las banderas de acero (novela; Bs. As. 2018 Ed. Modesto Rimba). Obtuvo la Mención Única del Premio Hydra de ciencia ficción y fantasía, La Habana, 2013. Integró la Antología del cuento fantástico argentino contemporáneo, publicada por el diario Página12. Forma parte del staff de la revista cultural Refugios.

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