Poesía de Marta Ledri sobre el sueño y la noche.
Sigilosa camino por el borde del sueño
para no despertarlo.
Como una equilibrista lo piso de puntillas
para no desvelarlo.
Cansado de esperarme, el sueño se ha dormido
y así quiero dejarlo…
Mis demonios oscuros, dragones de la noche
hoy quieren custodiarlo.
El sueño se ha dormido. El ser y el parecer
deambulan confundidos
y en mi almohada despierta apoyan su cabeza:
¡Dos pájaros y un nido!
Sin párpados, sus ojos reflejan el silencio.
Pesadillas siniestras
no irán al aquelarre vestidas de temblores
y de miedos hambrientas.
En la piel del durmiente hay espejos con luna
que el sudor va empañando.
Este joven mancebo descendiente de Hipnos
quiso ser acunado.
El sueño me ha elegido como madre amorosa.
Lo guarda mi vigilia,
lo mece mi ternura y aliviada presiento
que al menos esta noche
mientras vele al durmiente
y le enjugue su llanto:
no cruzarán el muro para invadir mi sueño
el Horror y el Espanto.