La Izquierda Exquisita & Mau-mauando al Parachoques de Tom Wolfe

Por Martín Chiavarino

Tom Wolfe es uno de los exponentes más brillantes del Nuevo periodismo, estilo de carácter novelesco que, en palabras de Wolfe, nos permite “entrar en la mente del personaje, para vivir el mundo a través de su sistema nervioso central”. Este estilo le ha permitido analizar el modo de vida norteamericano desde principios de la década del sesenta en obras como Las Décadas Púrpura (The Purple Decades, 1982), Ponche de Ácido Lisérgico (The Electric Kool-Aid Acid Test, 1968), La Palabra Pintada (The Painted Word, 1975) y ¿Quién le Teme a la Bauhaus feroz? (From Bauhaus to our House, 1981)”. La Izquierda Exquisita (Radical Chic, 1970) ha sido reeditada por Anagrama junto a Mau-mauando al Parachoques (Mau-mauing the Flak Catchers, 1970).

La izquierda exquisita (Radical Chic), relata el encuentro en la casa del compositor y director de orquesta norteamericano Leonard Bernstein de figuras destacadas del progresismo neoyorquino con los dirigentes del movimiento de las Panteras Negras y sus repercusiones a fines de la década del sesenta.

A partir de la narración de este encuentro, Wolfe inicia un análisis sociológico sobre las clases altas, el progresismo y las vanguardias para dejarnos una radiografía de los comportamientos sociales y mucho más que una obra periodística, una verdadera sociología de la cultura.

Wolfe presenta las contradicciones y las tensiones que se presentan ante el choque de la alta sociedad progresista con todas sus culpas y prejuicios e intenciones de diferenciación social con un grupo revolucionario de extracción marxista-maoísta como Los Panteras Negras.

Por un lado, Wolfe repasa la construcción de Las Panteras Negras como figuras románticas de la élite político-cultural, arquetipos de una forma de radicalismo exótico con raíces sociales en la política norteamericana del Siglo XX, y por otro desnuda los mecanismos de la clase alta para diferenciarse de la clase media y definir su superioridad a partir de supuestas actitudes de vanguardia que afirman la arrogancia de una aristocracia en constante cambio que debe reinventarse para justificar sus privilegios ante un contexto político inestable.

Mau-mauando al Parachoques analiza el fenómeno del Programa contra la pobreza de la administración Kennedy que generó una burocracia alrededor del bienestar social que necesitaba del enfrentamiento para poder definir las necesidades sociales de una comunidad. A través de la verbalización metafórica del término Mau Mau, el nombre de una organización terrorista anticolonialista de Kenia de la década del cincuenta, Wolfe examina el comportamiento de los guetos y los profesionales del bienestar social ante el audaz programa contra la pobreza que “en lugar de dar dinero, que nunca parecía cambiar nada, lo que harían sería animar a la gente de los guetos a organizarse. Les ayudarían a obtener fuerza suficiente para obligar al gobierno a darles lo que necesitaban. Desde el comienzo el programa contra la pobreza estaba dirigido a ayudar a los habitantes del gueto a alzarse contra sus opresores”.

La intención del programa era por un lado fomentar la organización para promocionar y efectivizar el bienestar social pero también el de generar líderes sociales con los cuales dialogar en lugar de líderes combativos o bandas delictivas o de protesta sin líderes claros.

Los líderes se imponen según las circunstancias y lo que el programa promovía era el surgimiento de líderes políticos dispuestos a negociar con el Gobierno. A cambio de ayuda social el Gobierno se aseguraba la paz social.

Ambas obras describen la situación político cultural que vivió Estados Unidos a fines de los sesenta y principios de los setenta con gran lucidez, ironía y un agudo sentido tragicómico que busca indagar en pequeños acontecimientos fuera del radar de los medios tradicionales para ver a través de la verdadera esencia de una época de grandes cambios y crisis sociales.

Para continuar...

El sueño eterno

Ricardo Piglia relata un sueño a Luis Gusmán, ninguno sabe que será el último. El sueño se pierde en la inmensidad de la red y Gusmán se aferra a la ilusión de recuperar el mensaje como si, al hacerlo, pudiera recuperar al amigo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *