Tercera parte de esta selección de poesías que intenta representar los múltiples ejes que conviven a lo largo del territorio argentino. En esta entrega, recorremos el trabajo de Liliana Mainardi, poeta oriunda de Cortaderas, Provincia de San Luis. Dibujo de Cindel García.
Poesías publicadas en el libro Río Adentro edit. Dunken (2015)
La verdad de la cuchara
está en el mango
que no alcanza la mano
tal vez haya que cortar los dedos
track.
Uno es el fondo
dos el abismo
tres dedos tristes en el plato
sin trigo la olla
sin dedos la mano.
Si el rostro se inmuta
será necesario casi un abismo
responder el acertijo.
Es sabido que el hambre
pasa por lo llano como un cascabel.
Fijar el horizonte
entre cáscaras de algo.
Algo habrá sido,
en cuestiones de yuyos
el ajenjo juega a ser caricia.
Episodio cotidiano:
ella parte migajas
entre garras de polvo
mientras cuervos revolotean
aquellos cuerpos
ya sin intenciones de volar.
¿Cómo sentir hambre
en el cuerpo ajeno?
Golpear las cucharas
en la madera
mientras el plato grita.
Caerán migajas
de los ojos lloverá el fruto
-es necesario resistir-
y en sus manos se horneará el pan
y las cucharas golpearán
más fuerte aún
y se multiplicarán
y esas manos resistirán
la seca y la sal
hasta haber satisfecho el último
golpe de la noche.
Un perro
al costado del mundo
no hay hambre ni sed
que traspase ese cuerpo
¿Acaso duerme?
Poesías publicadas en el libro Surco Abierto, Alción editora (2016)
Niño Sauce
Niño Sauce eres,
con tus ramas sosteniendo el nido
en ese río tan cerca tan lejos.
–lo tocas, se escapa–
Lo aprietas en los ojos.
Es tiempo:
de dejar correr el río,
de enraizar
del otro lado.
Origen
Arrancar
el árbol, el hombre
de esa tierra
casi inhabitable,
vivir
casi inevitable
morir
de esa nuestra sangre.
Sangrar la raíz
del árbol
del hombre
del origen.
Pueblo natal
Tierra que dueles
en el abandono del perro,
en los ojos que caminan.
Pasa un carro y caen restos
de los restos.
Mientras los ojos se detienen
juntando esos que alguna vez fueron.
Pueblo de polvo
sólo esperas
que la tormenta
te arranque el abandono.
Otoño
Nací árbol
y sentí irte
en el otoño
y dejé caer
mis hojas.
Eco
El eco es silencio:
en el paisaje del árbol
en el centro del cerro
en el plato vacío
en el bolsillo lleno
lleno de vacío.
Peperinas
B
a
j
ó
con los brazos cansados
alforjas vacías
manos secas
con el rostro de tanto cerro.
¿A dónde van las frescas
peperinas a parar?
–Habrá que sembrar
una nueva tierra–
en el centro del cerro
del hombre.
Allá lejos y no hace tanto tiempo
Ha nacido en el campo,
desde entonces,
la cadena la condena
pies descalzos en la arena
acarrean el pan.
–como hormigas enfiladas perseguidas–
En esa tranquera
la esperanza cotidiana:
Cosecharás el algodón hasta
agrietar tus manos.
No teñirás las ropas
con tu sangre.
No comerás en la mesa universal.
Parirás a tú hermana como a ti misma.
No cortarás la cadena jamás.
Ha roído el eslabón
hasta el final.
En esa sonrisa ya sin dientes
se atesora
un instante
de pecado.
Semilla
Esa niña
que viene hacia mí
–en sus manos la sabiduría ancestral–
amasa ese pan
que llevo a mi boca
dejando la certeza
de haber sembrado
al paso de este surco.
Poesías publicadas en el libro Huellas del fuego, Alción Editora (2017)
Elemento
Fuego inseparable
de la historia
de los vientos
fuego del pan
del barro
del hombre
entiendo que con tu círculo
ahuyentes a las sombras.
“La poesía puede bajar la luna”
Plubio Virgilio Marón
Virgilio
Cuando por las tardes
el sol baja
junto al fuego con su pava se refugia.
Se prepara unos mates junto a su perro
mirando el sol se han de perder.
Juegan a Maldoror,
y encuentran la razón
del fuego y las estrellas.
En la conclusión de la cosa,
cuando el fuego se va apagando
más se van juntando
Así cuando amanezca
con las cenizas tibias sienta
que no se irá solo.
Fuego
en la sierra
anochece en primavera
las estrellas danzan la lluvia
-el fuego no para-
ellas saben
de los nidos del árbol
del monte florecido.
Levanto la mirada
y brotan gotas
caerán lentamente
como si Dios existiera.
Mientras Aletea, el mono armado2019
III
La poesía aletea en la ventana
ataca con su dulce melodía
es la intemperie de la luz
de ese momento indecible.
Damasco, abril 2018
I
Caen palabras
que el viento rompe en sílabas.
Hay algo en cada verso a punto de estallar.
No hay estrofa
que resista la estampida
mientras los corderos devoran las palabras
y demoran el grito,
ráfagas oscuras
vomitan la voz
despiertan la furia.
II
Cae una bomba en mí cocina.
Las miradas se congelan
en el instante de sorpresa:
Alicia revuelve la olla
Simón pinta dibujos en la mesa
Paulita juega con su peluche
y yo maldigo este tren,
maldigo llegar tarde a mis escombros.
III
Caen bombas
en el huerto de mi patio
caen bombas
en el patio de mi escuela
caen bombas
en los vivos y en los muertos.
Caen, como sombras
ya mis ojos estallan.
Lo no escrito
Lo no escrito
es una esquina cualquiera
donde la pila de basura
rebalsa el paisaje,
alguien, revuelve fragmentos
de infancias olvidadas,
botellas sin mensaje,
derivas de palabras,
la imagen se traga
al poema.
Entrada
¿Cómo es posible
que haya gente que come del basural?
se pregunta la señora de las joyas
mientras de su plato gourmet
rueda el tomate cherry al piso.
Al mismo tiempo en el patio
de la casita de atrás del muro
crece una gran planta de tomates,
que se funde en los cachetes
de los niños que allí habitan.
Su árbol de tomates
como árbol de navidad
es pura sorpresa.
Sorpresa
Los niños que allí habitan
miran los frutos del árbol de tomates
como piedras preciosas que brillan
mientras la intemperie sucede
en la hoja en blanco
El sentido de la noche (Inédito 2019)
11
La hoja en blanco
también es la noche en el mar
de niños derivados
por las guerras de unos pocos
brotan de las olas
en la oscuridad.
Amanece la orilla
en los ojos cerrados.
¿Acaso duermen?
…………………………..
12
Aves nocturnas
descarnan los ojos
¿Quién habita
en los cuerpos rapaces?
¿Qué pasaje han sacado
si hay un solo infierno?13
Despierto de la noche
Sé, que ya no seré el mismo.
Algo se queda
algo no amanece
algo está atrapado
en el juego
de lo claroscuro.
33
Un animal sale por la ventana
escapa al monte
roe los dientes en el molle.
Lame la tierra,
se revuelca en el amor seco.
Raspará la piedra
hasta encender la noche.
¿Qué instinto encarcela su piel?
Las palabras respiran…en la energía de la poeta… observadora , que nos embellece .
Gracias
Excepcional poeta, Liliana. Es un gusto leerla. Quiero agregar que «El sentido de la noche» fue publicado en el año 2022. Saludos
Poesías talladas en la piedra. Duro y hermoso.
Excepcional poeta, Liliana. Es un gusto leerla. Quiero agregar que «El sentido de la noche» fue publicado en el año 2022. Saludos