Revista Colofón Lo que pasa cuando ya pasó todo.
Palabras aproximadas
Una poesía de Liliam Jiménez -El Salvador- ilustrada por Mariano Lucano
De mi patria salí, de su extensión sedienta,
de sus dormidos lagos y desatados verdes,
de su embriagante sol y sus volcanes altos,
de ese lugar en que naciera un día
pequeñita, ataviada de candores
con mi voz vegetal y con mi sueño.
Bajo los negros párpados de piedra
sepultaba el camino de la lágrimas
ese túnel de cal que nos conduce
a triturar el alma contra el fuego.
Sola salí, sonámbula y herida;
pero me fui luciendo contenta mi tristeza.
Sola salí en mi violento incendio
haciendo lo imposible por quedarme
mas mis alas luchaban por marcharse.
Yo he de volver, oh patria, a tus rodillas,
a tu pecho de roca donde el cafeto crece,
a tus brazos de noche iluminada.
Acariciaré tu piel de aire transparente,
tus cabellos de silenciosa espuma
y tus graves senos de volcán alzado.
Yo sé que un día reposaré en tu suelo,
como la ola he de irme hacia el regreso,
quizás como la ola soy simple pasajera
con el placer de navegar sin término.
Yo sé que un día como otro cualquiera
llegaré arrastrándome
como la humilde piedra hacia tus plantas
para caer liviana entre tus brazos.
Yo he velado tus hambres y tus muertes,
el andar sangriento de tu historia,
tus ayes se volcaron en mi sangre.
Arde sobre mi cuerpo tu cicatriz de fuego,
el río de tu llanto en mi corriente,
bajo mi piel oscura van tus sueños,
todos tus muertos me acompañan, vivos.
Farabundo Martí: lirio de espuma,
Puente colgante entre la angustia y la esperanza;
Feliciano Ama, polvo
Que hoy atesoran las manos de ceniza;
Francisco Sánchez, Luna y Zapata
Hermanos de la llama,
Sombras que de la sombra se alzan resurrectas.
Patria, madre, dueña absoluta
de mi nombre sin letras,
de mi sangre plebeya sin estirpe.
Yo te palpo en la sombra y toco
tu contorno de pájaro sediento.
Cierro los ojos para abarcar tu estatua.
Hoy te invoco un instante
en mi soledad de exilio mortal
oh tierra donde los caminos se abren
y la fatiga acaba,
donde la noche se disgrega
para iniciar el alba.
Mañana, en el después,
al medio día intacto llegaré buscándote,
renacerá de mi tristeza el canto,
de tu reposo surgirá mi fuerza.
Bien, este año se cumple el centenario del nacimiento de Liliam Jiménez. Año propicio para recordar y divulgar su poesía.
Bellísimo!!!, profundo, triste, «…haciendo lo imposible por quedarme más mis alas luchaban por marcharse»❤